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Miradas en blanco y negro para poner rostro a Bilbao La Vieja en ExpoGela

«Mil caras de BilbaoHistoriko» es el título de la exposición que inaugura ExpoGela, un nuevo espacio que se estrena en la calle San Francisco como escaparate para los creadores de la zona. El fotógrafo Jorge Lamas rompe el hielo con una muestra que presenta una veintena de retratos, de miradas, caras y expresiones, que ponen rostro al barrio en el que trabaja desde hace unos años, una colección de alto interés humano, en homenaje a sus gentes.

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Nerea GOTI | BILBO

Rostros de mujeres, hombres y niños cuelgan de las paredes de ExpoGela, un espacio en el corazón del Bilbo más antiguo, que nace con el objetivo de ser escaparate y altavoz de los creadores de la zona.

Estrena el recinto, en el número 36 de la calle San Francisco, Jorge Lamas, un fotógrafo de origen portugalujo que lleva unos años instalado en la calle Cortes, al frente de F64, un estudio de fotografía dedicado a moda, publicidad y bodas, aunque con un enfoque «diferente al concepto tradicional», según precisa.

En ExpoGela muestra hasta el próximo 30 de setiembre una veintena de fotografías en blanco y negro, una pequeña selección de un trabajo más amplio que verá la luz en formato libro y que se titulará «La Palanca», en homenaje al local que reconvirtió en estudio fotográfico y al nombre con el que se conoció a la calle Cortes y alrededores. Dicen que se le bautizó así por la herramienta que utilizaban los barrenadores que trabajaban en las cercanas explotaciones mineras de Miribilla y por el uso de palanganas para el aseo íntimo en los numerosos burdeles que había en la zona. Lamas precisa al respecto que, entre esa veintena de imágenes en blanco y negro, hay una parte de esa historia y mucho de Bilbao la Vieja, tal como la conocemos hoy. Hay, en esencia, rostros de personas que la habitan, miradas de las que cuentan vidas que aún sin conocerlas se adivinan difíciles.

«Cuando llegué por primera vez con una cámara, me insultaron, me llamaron madero... La gente era muy reacia a prestarse a ser fotografiada», cuenta sobre su trabajo. Sin embargo, no cejó en su empeño. Llegó a montar un escenario con flashes de estudio y un fondo blanco, donde la idea era «retratar a los personajes, a tribus urbanas ante un fondo blanco, para demostrar que no hay diferencias y hacer desaparecer el contexto urbano».

Básicamente, se trataba, por tanto, de profundizar en las personas, a través de los ojos, de la mirada. «Me he centrado en las caras de los personajes para llegar un poquito más allá de lo que ellos muestran», añade.

Una larga historia

Detrás del trabajo de Jorge Lamas hay también una larga historia. El proceso duró doce meses. Calcula que pudieron ser alrededor de diez sesiones, que pudieron haber durado entre seis y ocho horas. «Es difícil sacar ese gran retrato en diez disparos», afirma.

Las sesiones fotográficas se realizaron en medio de la calle San Francisco, en una pequeña plazoleta próxima a Expogela, la misma que utilizan como base en la zona las patrullas de la Policía, según nos cuenta el mismo fotógrafo, pero es que el lugar era el que más se prestaba para improvisar un estudio de fotografía en plena calle.

Hubo que pedir permisos para tener el visto bueno de las autoridades y después ganarse la confianza de las gentes del barrio. No veían con buenos ojos que alguien les fotografiara.

«Pensaban que trabajábamos para la Policía, que estábamos haciendo algo así como un resgistro fotográfico», cuenta Lamas. Otro de los problemas era meter un costoso equipo fotográfico. Padecieron algún robo, pero salvaron la desconfianza de los vecinos montando una performance a base de música tribal. «La idea era llamar su atención para que se acercaran al estudio», explica, y añade que en un principio algunos accedieron a fotografiarse a cambio de su retrato.

Veterana en la prostitución

A lo largo de un año, con cada fotografía Lumas acumuló un patrimonio mucho mayor, retazos de vidas e historias que no olvidará nunca. Haciendo fotos en el barrio más antiguo de Bilbo, conoció y retrató, por ejemplo, a una de las prostitutas más antiguas del barrio y que aún sigue en activo. Le contó que cuando empezó ganaba una peseta, un premio reservado a las más guapas.

Conoció a personas que acababan de salir de la cárcel, más tarde ha sabido que algunos de sus modelos han muerto, otros han desaparecido sin pasar a por su retrato y muchos le contaban su vida y sus penas, algo que reconoce que ha pesado bastante en su trabajo.

A través de su objetivo fue testigo de un caso de violencia de genero. «Son todas historias muy duras y hemos quitado algunas durísimas, porque no queríamos dar esa imagen del barrio, queríamos una imagen real y global a través de las miradas de la gente que vive aquí».

Estremece comprobar la sensibilidad que aflora en Lamas el recuerdo de algunas de esas vidas que no estña dispuesto a desvelar, no al menos en palabras, aunque sí en las miradas de algunos de sus retratos. Sorprende especialmente, porque Lamas ha estado en contacto con situaciones extremas. Trabajó como corresponsal en Chechenia, Kurdistan, Panamá, Cuba o República Dominicana para la revista «Boina Negra» y lo ha hecho también para las agencias Efe y Reuter.

«Creo que al final se hicieron 5.000 retratos, de los cuales se sacaron 200 y al final se quieren dejar en 60», apunta sobre este último proyecto que pronto verá la luz en forma de libro.

«Los primeros frutos de BilbaoHistoriko»

ExpoGela es el primer fruto de BilbaoHistoriko. Nace como un centro multiusos, cuyo primer fin es dar a conocer la actividad cultural de los artistas de la zona. Por ello, sus promotores insisten en que es un espacio público abierto a las propuestas de cualquier disciplina, con la idea de convertirse en un lugar de referencia para la transmisión de la cultura.

ExpoGela es uno de los primeros resultados del trabajo de BilbaoHistoriko, una iniciativa en la que participan ambas márgenes de la Ría, ya que están implicadas las asociaciones de comerciantes de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala, Mercado de La Ribera y Casco Viejo, con el apoyo de la sociedad pública municipal Lan Ekintza.

Con la idea de «generar y potenciar la atracción de los ciudadanos» hacia el área de Bilbao La Vieja, Casco Viejo y la Ribera, trabajan en la atracción de agentes económicos y empresariales, para lo que presentan esta zona como «un escenario de oportunidades», especialmente en el campo de la innovación económica, social y cultural. N.G.

Ficha

Lugar: ExpoGela, nuevo centro multiusos, en el número 32 de la calle San Francisco.

Fecha: Hasta el 30 de setiembre.

Horario: De 10.00 a 13.00 y de 16.00 a 20.00, de lunes a viernes.

Organiza: BilbaoHistoriko.

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