Las bolsas europeas no salen del pozo, pese a que uno de sus índices, el Ibex, había intentado rebotar con fuerza. Al cierre, se volvía a teñir de rojo, después de haber estado provisionalmente un 2% por encima de la línea de salida. Esto, sin embargo, no pasaba en el resto de plazas europeas, sumidas en los números rojos con mayor profundidad. Para empezar, la prima de riesgo del Estado español, la diferencia de lo que se paga con respecto al bono alemán de diez años, tocaba los 407 puntos básicos, un nuevo techo histórico. En Estados Unidos, donde sus índices principales también se mueven en zona de mínimos anuales, la noticia positiva estuvo en el informe ADP de empleo privado, que salió mejor de lo esperado. La fiesta no fue completa al conocerse que el ISM de servicios de julio y los pedidos de fábrica de junio defraudaban las expectativas. Bajo este cóctel de temor a una nueva recesión en Estados Unidos y al colapso de la deuda, los inversores optaron por desistir de las compras. El Ibex, el mejor ayer, recortaba un 0,85%, hasta los 9.037,70 puntos. El resto de Europa cedió con mayor rotundidad. Así, Londres restó un 2,34%, Fráncfort, un 2,30%, y París, un 2,08%. En el Ibex sólo ocho valores, con Sacyr (+0,94%) al frente, acabaron al alza. Los peores fueron ArcelorMittal (-5,62%), Abertis (-3,85%) e IAG (-3,60%). De los pesos pesados, sólo se salvaron Iberdrola (+0,20%) y Telefónica, que repitió precio. En París, los bancos lideraron las caídas con fuertes desplomes. Société Générale se hundió un 8,97%, y Crédit Agricole, un 6,57%. Sólo dos valores esquivaron las pérdidas.