Samuel Sánchez vistió el maillot de color morado que distingue al líder tras adjudicarse la primera etapa de la Vuelta a Burgos (Villarcayo-Miranda de Ebro, 168 kilómetros) al imponerse en un apretado sprint a Joaquín Purito Rodríguez (Katusha).

El final de etapa parece confirmar que la ronda burgalesa será un mano a mano entre el asturiano, que viene del Tour con mejor golpe de pedal, y el catalán, que continúa con su progresión de cara a la Vuelta.

La primera etapa comenzó en Villarcayo, pueblo natal de Iñigo Cuesta, el ciclista en activo más veterano del pelotón, que colgará la bicicleta en la vuelta de su tierra, ya que su equipo, el Caja Rural, no ha sido invitado a la Vuelta, prueba en la que ostenta el récord de participaciones. Con la complicidad del pelotón, la salida neutralizada se convirtió en una muestra de reconocimiento a Cuesta, que se adelantó unos metros y recibió el aplauso de sus paisanos.

La escapada buena se formó en el kilómetro 42 y le dieron forma Luis Roldán, Yoann Offredo y Denny De Ketele. El buen entendimiento del trío de ciclistas, sumado a que por atrás el pelotón levantó el pie, propició que en el kilómetro 68 la ventaja con respecto al gran grupo fuera de seis minutos y medio.

Para evitar sorpresas desagradables, los hombres del Euskaltel se pusieron a trabajar en cabeza de pelotón y consiguieron recortar la diferencia hasta los cinco minutos en el kilómetro 76. El trabajo de los Astarloza, Antón, Landa, Bilbao, Isasi y compañía dio sus frutos y la diferencia se fue recortando conforme caían los kilómetros. Al paso por el alto del Portillo de Busto (2ª Categoría), la ventaja de los tres hombres cabeza de carrera se quedó reducida a poco más de dos minutos.

Un alto de montaña en el que coronaron los tres cabeza de carrera: Luis Roldán, De Ketele y Ofredo; Javier Roldán y Luis Mas, que saltaron del grupo para puntuar en el paso; y Juanjo Oroz, que dio tiempo al pelotón.

La aventura en solitario de estos tres corredores finalizó al paso de la pancarta de 20 a meta, ya que sólo Offredo aguantó el fuerte ritmo que imponía el gran grupo, siempre con el Euskaltel al frente. Poco antes de entrar en las calles de Miranda, Offredo también fue neutralizado y los favoritos comenzaron a tomar posiciones.

El pronóstico se cumplió, ya que a falta de 500 metros para el final, Purito lanzó un demarraje, Samuel le salió a rueda, le aguantó y esperó a los últimos metros para rematarle al sprint.

Hoy se disputa la segunda etapa que se correrá íntegramente en plena capital. La salida se ha ubicado en el Museo de la Evolución Humana y la meta en el Castillo de Burgos.