Mohamed Hosni Mubarak nació en una familia de la pequeña burguesía rural del Delta del Nilo. Hizo carrera en el Ejército, convirtiéndose en comandante de la Fuerza Aérea, y en vicepresidente, en abril de 1975. Reinó durante treinta años en Egipto como un faraón, cortejado por los occidentales, hasta que fue depuesto por la revuelta popular de febrero. Sus solemnes retratos se han bajado de los edificios públicos y hoy los vendedores de souvenirs de la plaza Tahrir venden sus caricaturas haciendo muecas .

La muerte en atentado del presidente Anwar al-Sadat en 1981 permitió que el ex comandante de la Fuerza Aérea accediera a gobernar Egipto, pero nadie predijo entonces mucho futuro a este hombre sin carisma. Considerado como pragmático y orgulloso, pero cada vez más aislado de la gente, se apoyó en un formidable aparato de Policía y en un partido de seguidores para extender su influencia y reinar sin discusión en el país durante tres décadas. Occidente, y sobre todo Estados Unidos encontraron en el régimen de Mubarak un fiel aliado, al mantener contra viento y marea los acuerdos firmados en 1979 con Israel, y aceptaron su imagen de «moderado» en el mundo árabe, lo que valió a su régimen autocrático el favor de Occidente.

Con su figura rechoncha, con una caballera todavía espesa a pesar de la edad y sus ojos a menudo ocultos por gafas de sol, Mubarak se había convertido en los últimos años en una figura familiar en las reuniones internacionales. También se mostró decidido adversario del islamismo radical como Al-Qaeda, pero no pudo detener el aumento del movimiento conservador de los Hermanos Musulmanes, hoy en día la fuerza política mejor organizada en Egipto.

La política de apertura económica seguida en los últimos años ha supuesto el despegue económico de Egipto pero también un crecimiento de la desigualdad, el descontento social y la corrupción.

Durante su larga carrera escapó a varios atentados y nunca levantó el estado de emergencia en vigor a lo largo de su presidencia. Hosni Mubarak está casado con Suzanne Thabet, que era muy influyente en su entorno.