El Tribunal de Alto Riesgo de Guatemala condenó ayer a cuatro ex militares a 6.060 de prisión cada uno por la matanza de 201 campesinos en 1982, en uno de los más cruentos crímenes cometidos por el Ejército contra civiles durante la guerra (1960 y 1996). Éste ha sido el primer juicio en Guatemala a militares acusados por crímenes de guerra cometidos durante ese conflicto.

Daniel Martínez, Manuel Pop, Reyes Collin Gualip y Carlos Carías, ex miembros de la unidad de élite Kaibil del Ejército, fueron considerados responsables de delitos de lesa humanidad por la ejecución colectiva, perpetrada con mazos, de 201 campesinos, más de un centenar de ellos menores, y sentenciados a 30 años de cárcel por cada uno de los fallecidos en aquella operación militar en Las Dos Erres, en el municipio de La Libertad, en Petén.

De esos 6.030 años de prisión sólo deberán cumplir 50 años cada uno, la pena máxima establecida en el Código Penal, aunque a esa condena se sumaron otros 30 años -lo que suma 6.060- por «crímenes contra la Humanidad y violación de la seguridad del Estado», lo que hace un total de 80 años de condena efectiva para cada uno, informó Efe. Además, a Carías, se le impusieron otros 6 años de cárcel por un delito de hurto agravado.

El tribunal estimó, según AFP, que los condenados demostraron «perversidad» al «borrar del mapa» el pueblo.

Según la investigación, los militares llegaron el 6 de diciembre para buscar varios fusiles robados por la guerrilla. No hallaron las armas y acusaron a los campesinos de colaborar con la insurgencia. Hasta la fecha no se han localizado todos los cuerpos, pero se calcula que durante dos días 250 personas fueron ejecutadas y sepultadas en fosas comunes cavadas por los vecinos.

La guerra se saldó con unos 250.000 muertos, cerca de 45.000 de las cuales desaparecieron de manera forzosa sin que todavía se conozca su paradero.