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El Madrid tiene a su Lionel y el Barça a su primer yanki

Mientras los madrileños se hacen con un argentino de 7 años, los culés fichan a un estadounidense de 11.

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Joseba VIVANCO | BILBO

En este verano en que sólo unos pocos han podido lanzarse al mercado de fichajes con la billetera llena -el último el Chelsea, ayer, que ha seducido al portentoso Romelu Lukaku-, el Real Madrid se ha hecho por fin con el fichaje argentino de su particular Leonel... pero no Messi, sino Ángel Coira. Y lo llamativo del caso no es la coincidencia del nombre, sino que el chaval tiene siete años. Es el jugador más joven captado por la `Fábrica' de Valdevebas este verano y, según ha dicho el pibe al diaro de su país ``Olé'', sueña «con jugar en Primera con el Real Madrid». Otro proyecto de estrella cuyo nombre introduciremos en Google dentro de diez o quince años para saber qué fue de él. Porque la realidad es que sólo unos pocos, muy pocos, llegan arriba, por mucho que haya cientos, miles, que prometan.

Los ojeadores del Barça analizaron la temporada pasada a un total de 4.763 jugadores comprendidos entre 7 y 23 años, susceptibles de ser incorporados a los equipos de la cantera blaugrana. De entre ellos, detectaron 943 jugadores con potencial. Cada mes, la secretaría técnica del Barça recibió un informe de cada uno de los ojeadores con el seguimiento detallado de sus objetivos, que fue reduciéndose hasta quedar en 221 jugadores considerados de `nivel Barça'.

¿Y en qué se ha traducido todo esto de cara a la nueva temporada? En que La Masía ha dado de baja a unos 80 futbolistas en sus categorías inferiores, entre ellos algún caso anecdótico como el de Sveinn Aron, hijo del ex-culé Gudjohnsen, o dos chicos cameruneses con mucha proyección, Nelson Mandela (del Infantil B) y Aboubakar Cámara (Alevín A), por dudas sobre su verdadera edad.

Pero mientras unos se van, otros vienen, otros 75 para se exactos, entre ellos la perla cadete de Osasuna, el excelente zurdo Julen Arellano. Pero echando un vistazo a las categorías más jóvenes, se observa la incorporación en edad infantil de dos chavales surcoreanos, un portugués del Sporting de Liboa y un holandés del Ajax; incluso en edad alevín ha fichado a un delantero japonés, Takefusa Kubo, de 10 años, y un estadounidense, Ben Lederman, de 11 años, el primero de este país que ingresa en el Barça.

Hoy en día, la mayor parte de los canteranos del Barça cumplen un promedio de siete años bajo la tutela de La Masía. Y, desde que aterrizan en el Barça B, cubren otra etapa de entre cinco y diez años antes de consagrarse. Y es que Leonel... Messi sólo sale uno cada mucho tiempo. Pero entre tantos miles de casos como éstos, en que chavales de muy pocos años se sumergen en un futuro tan hipnotizante como triturador, resaltan capítulos con nombres y apellidos que llaman la atención.

Como el del argentino Erik Lamela, de 19 años, ex de River que acaba de fichar por la Roma por 12 millones de euros, y que con 12 añitos ocupó portadas de los diarios deportivos de aquí y allí tras rechazar venirse el Barça. Prefirió seguir formándose allí, al abrigo de su familia.

Del cielo al infierno... turco

O la historia de un nuevo valor al que Guardiola le está dando minutos en pretemporada, Isaac Cuenca, de 20 años, que llegó al equipo con apenas 11 y tres más tarde les dijo que se iba porque era tan frágil y delgado que sufría horrores frente a las defensas rivales. La vida da muchas vueltas y, en edad juveil, el Barça lo volvió a repescar. Incluso, por segunda vez, vio la puerta de salida, cedido al Sabadell. Hoy tiene otra oportunidad.

El fútbol es un viaje de ida y vuelta, pero donde uno nunca sabe si viene o va. Estos días se disputa el Mundial sub'20, hace semanas fue el sub'17, y de ellos saldrán muchas figuras en ciernes, pero el viaje de partida no siempre augura un final feliz.

Un ejemplo es Dominic Adiyiah, elegido mejor jugador del Mundial sub'20 de Egipto hace dos años. Semanas después de tocar el cielo fichó por el Milán y debutó con la selección absoluta de Ghana. Desde entonces ya lleva tres cesiones y esta temporada jugará en el Karsiyaka, de la Segunda División turca.

París no vale un equipo de fútbol

El dinero no da la felicidad. Que se lo pregunten a los responsables del Bayern de Munich o PSG francés tras los millones gastados en fichajes. Ambos equipos patinaron en sus respectivos arranques ligueros, no así el Ajax en la Eredivise, que ganó 1-4 aunque, como dijera en la previa su técnico Frank de Boer, «cuando eres el Ajax, todo el mundo te quiere ganar». Es curioso lo del PSG y, por extensión, lo del fútbol parisino: lleva un siglo tratando de abanderar el fútbol galo, ha contado hasta con cinco equipos, dispone de seis estadios, ha refundado clubes... pero en París el balompié sigue estando a la sombra del rugby, y continúa habiendo más hinchas del Marsella que del propio PSG.

Por cierto, la que arrancó este fin de semana es la Liga de Irlanda del Norte, donde el Linfield F.C. quiere continuar con su hegemonía de años, una Irish Premiership siempre plagada de joyas escondidas muy válidas para la Premier League o la Championship inglesas. También echó a rodar el balón en el Torneo Apertura del deslucido fútbol argentino -tras el chasco de la albiceleste en la Copa América-, el primero sin los gallinas de River Plate y sin el Loco Palermo, que a sus 37 años y con 306 goles en la mochila -algunos en el Deportivo Alavés-, colgó las botas en junio en su querido Boca. «Estaré siempre agradecido a la pelota», dijo en su emotiva despedida en La Bombonera este rompedor de récords al que hasta Joaquín Sabina incluyó en una de sus mayores canciones, ``Dieguitos y Mafalda''.

Un histórico del fútbol argentino cuya trayectoria ganada a pulso nada tiene que ver con la del carísimo fichaje del Guangzhou Yilao de la Liga china, su compatriota argentino Darío Conca, quinto fichaje más caro de la historia del fútbol, que cobrará 10,5 millones de euros por temporada, y vio puerta en dos ocasiones este fin de semana. ¡Menos mal! J.V.

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