Mikel INSAUSTI | Crítico cinematográfico
La película de Amy
La prensa generalista y la musical ya han dicho todo lo que quedaba en el tintero sobre la vida y muerte de la cantante Amy Winehouse, así que por mi parte hablaré sobre su relación con el cine, la cual fue un visto y no visto.
Se limita a la frustrada intentona para cantar el tema principal de la película de la saga Bond «Quantum of Solace». El productor Mark Ronson consideró que no cuidaba su voz lo suficiente como para emular a Shirley Bassey y el resto de divas que le precedieron abriendo los títulos de crédito de las películas de 007. La película se estrenó hace tres años con Alicia Keys y Jack White interpretando finalmente la canción «Another Way to Die».
Dejando a un lado lo profético del título en inglés, Amy no encajó muy bien el golpe y anunció que sacaría al mercado su propia versión. Sus fans siguen esperando, y tal vez ahora que buscan material de desecho para ser vendido al mejor postor, haya un tardío descubrimiento. Alguién colgó en YouTube, para compensar, los deslices de la última inquilana del Club 27 una curiosa probatura, colocando a los créditos iniciales del nuevo «Casino Royale» su «Back to Black», y la grata sorpresa es que encaja como un guante.
Fue una preciosa oportunidad perdida, y ahora Hollywood quiere atrapar su fantasma en el cuerpo de alguna actriz anoréxica, siendo la candidata mejor colocada para protagonizar el consabido biopic Keira Knightley. Tal vez inaugure un nuevo género, el de las biografías express de cantantes de un solo éxito, ideal para una industria del espectáculo que ya ha agotado todos los mitos del pasado reciente y lejano.