Interrogan a un médico del Hospital de Baiona por presunta eutanasia activa
La Policía Judicial de Baiona interroga desde el pasado miércoles a un médico del Servicio de Urgencias del Hospital de la Costa Vasca sobre quien recaen sospechas de haber practicado la eutanasia activa en, al menos, cuatro pacientes en fase terminal en los últimos cinco meses.
Arantxa MANTEROLA |
La dirección del Hospital de la Costa Vasca se apresuró ayer a convocar a la prensa toda vez que la detención de uno de los médicos titulares del establecimiento había transcendido la víspera a través de la cadena de televisión FR3. Las declaraciones de Michel Glanes, director del hospital -que compareció junto al jefe del Servicio de Reanimación, Enmanuel Muller, y otros dos responsables hospitalarios- fueron muy escuetas.
Glanes se limitó a exponer el hecho de que, el pasado martes, «el cuadro sanitario del Servicio de Urgencias alertó a la dirección de las revelaciones de una enfermera y una auxiliar sobre las condiciones de fallecimiento de varios pacientes en estado terminal». Inmediatamente, el máximo responsable hospitalario notificó los hechos a la Fiscalía del Estado, que abrió una investigación preliminar.
En el marco de dicha investigación, un médico del Servicio de Urgencias fue detenido el miércoles por la mañana y está siendo interrogado por la Policía Judicial como sospechoso de «homicidio voluntario con premeditación». Al parecer, se le acusaría de haber practicado varias eutanasias activas.
Glanes solicitó que «dado que todavía no se conocen detalles sobre lo acaecido, se respete la presunción de inocencia» del médico y puntualizó que no ha realizado ningún cambio ni cese en los equipos médicos, cuya profesionalidad ensalzó.
Con las familias
El director también informó de que ayer se puso en contacto con las familias susceptibles de haber sido afectadas por estos hechos y de que ha puesto en marcha una célula de apoyo sicológico dirigida a ellas «y, si fuese necesario, también al personal sanitario, que está conmocionado».
El fiscal Stéphane Lambert fue algo más explícito. Indicó que se investiga al médico por el fallecimiento de, al menos, cuatro personas, todas ellas de edad avanzada y en fase terminal, en los últimos cinco meses. El caso de una mujer de 92 años que falleció al día siguiente de ingresar habría sido el detonante del caso. Lambert precisó que «no se trata de personas que estuviesen siendo tratadas en cuidados paliativos», sino de pacientes que ingresaron en el Servicio de Urgencias.
El ministro francés de Trabajo, Empleo y Sanidad, Xavier Bertrand, informó ayer de que, paralelamente a la investigación judicial, ha pedido a la Inspección General de Asuntos Sociales que lleve a cabo una «investigación administrativa al objeto de analizar el funcionamiento del establecimiento, los procedimientos de control interno y la atención de pacientes en el servicio afectado». El informe sobre esta investigación deberá estar elaborado para dentro de dos meses, como máximo.
El tema de la eutanasia es, también en el Estado francés, fuente de continuas polémicas, aunque una gran mayoría de la ciudadanía se declara favorable a una legislación que la permita (según un sondeo de octubre pasado, el 94% estaba a favor, si bien el 58% precisaba que sólo «en ciertos casos»).
De hecho, a principios de este año, vía enmiendas, el Senado vació de contenido una propuesta de ley que iba en el sentido de legalizar dicho procedimiento. En concreto, suprimió el primer artículo del texto, que autorizaba a los pacientes afectados por una enfermedad incurable a recurrir a «una asistencia medicalizada que permita, por un acto deliberado, una muerte rápida y sin dolor». A.M.
El detonante ha sido el caso de una paciente de 92 años que falleció el 3 de agosto y que había ingresado la víspera. Los otros tres presuntos casos de eutanasia habrían ocurrido en abril, mayo y julio de este mismo año.
