Fede de los Ríos
Madrid, capital del perdón
Van corriendo de un lado a otro, sotana arremangada en mano, preparando el evento que tan sólo costará, según sus palabras, 50.000.000 de euros. «No hay cosa más económica que rezar» declaró recientementeAl que ocupa la silla de Pedro, aquel pescador antes llamado Shimón bar Ioná que abandonó a su mujer por un tal Jesús de Nazaret, le han empezado a llamarle, con cariño, Susan por lo de Su Santidad. Antes era Ratzinger, ahora Benedicto XVI ¡Chico qué manía con cambiarse el nombre! A lo que te vengo... que el próximo viernes va de visita a Madrid porque los católicos con Rouco a la cabeza han montado la Jornada Mundial de la Juventud y ya se sabe lo aficionados que son la Curia Romana, el Colegio Cardenalicio, la Conferencia Episcopal y el resto de los que visten sotana, clériman y alzacuellos a la cosa de los niños y los jóvenes. Quieren proteger su inocencia a toda costa.
BY es que Benedicto tiene un cariño especial a España, no en vano fue la primera nación que venció al comunismo ateo que atenazaba a los españoles de bien. Suerte que la espada invicta del Caudillo cortó las cabezas de la Hidra bolchevique. En el país de Ratzinger las fuerzas del bien dirigidas por el Führer perdieron y por eso muestra cierta envidia, absolutamente sana viniendo de tan piadoso ser. Ya se sabe que el toro siempre tira a las tablas, es su carencia natural.
Mons. Rouco y el siempre bien repeinado Mons. Camino están que no caben de gozo. Van corriendo de un lado para otro, sotana arremangada en mano, preparando el evento que «tan sólo costará», según sus palabras, 50.000.000 de euros. «No hay cosa más económica que rezar» declaró recientemente Rouco en un lujoso hotel madrileño acompañado del ministro de la Presidencia, nuestro Ramón Jaúregui, el dirigente del PSOE, Álvaro Cuesta, los diputados del PP Jorge Fernández Díaz y Federico Trillo. Lo propio de un Estado aconfesional. La presentación del prelado de Madrid corrió a cargo del ex ministro y propagandista católico Marcelino Oreja, tío de Mayor Oreja y huérfano porque unos malosos de la UGT mataron a su padre por elaborar listas negras a fin de que los elementos subversivos no tuviesen trabajo. Al valiente Marcelino no le duelen prendas en denunciar el «preocupante laicismo hostil que se vive en España». Otra cosa, como dijo su sobrino, era en la «natural y extraordinaria placidez del franquismo». Creo que yerran tío y sobrino, sin ir más lejos los chicos de la UGT actual tenían prevista una huelga en el transporte para el día 19 y la han desconvocado para no molestar a los obispos. ¿Son o no son buena gente los nuevos sindicalistas?
Hace poco más de un año, Monseñor Camino dijo que «quienes apoyen, voten o promuevan la reforma de la Ley del aborto están en pecado mortal público y no pueden ser admitidos a la sagrada comunión». Y remató, «quien contribuya a ello está en la herejía y queda excomulgado».
Ahora los asotanados de Rouco levantarán la excomunión a las abortistas que acudan al acto con el corazón contrito. Para el resto habrá indulgencias plenarias. ¡Alegraos adúlteros y adúlteras, herejes y apóstatas, pajilleros todos que nos encontramos «expulsados a las tinieblas exteriores de la Iglesia»! El 19 todos a Madrí con la juventud católica. Una orgía (de perdón) nos espera.