Pasados nueve días desde que izquierda abertzale, EA y Alternatiba propusieron una alianza electoral al PNV y a Aralar, siguen sin celebrarse reuniones para debatirla. Y en estos nueve días, prácticamente a diario el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, ha salido a la palestra en entrevistas o artículos para exponer argumentos contra esa opción. El último de ellos, lanzado ayer mismo en una entrevista a la agencia Europa Press, es que cree que el discurso de reivindicación de la autodeterminación está superado.

«Estamos en un momento en el año 2011, en el que merece la pena idear otras iniciativas económicas, políticas y sociales, es decir, un proyecto que vaya más allá de ese gran emplazamiento del derecho de autodeterminación, que ya está aprobado en el Parlamento vasco», indicó, en aparente referencia a un acuerdo tomado el 15 de febrero de 1990 y revalidado posteriormente en otras ocasiones, pero que siempre ha sido despreciado por Madrid.

Para Urkullu, lo importante de los últimos tiempos es que gracias al PNV «se está enfocando el encauzamiento final del cumplimiento del Estatuto de Autonomía». Así las cosas, dejó claro que la formación jeltzale «no se va a dejar enredar por los grandes pronunciamientos» de la izquierda abertzale en torno a la autodeterminación.

El líder jeltzale considera que hay que priorizar otras fórmulas basadas en «consenso» y «proyecto». En este sentido, explica en la entrevista que el PNV «viene trabajando en una iniciativa económica, política y social» denominada ``Ados'', que presentó en febrero del año pasado, y que se basa en el logro de «un acuerdo, compartido con los partidos políticos y la sociedad vasca».

Justificando tres décadas

El mandatario del PNV hace mucho énfasis en tratar de poner en valor la estrategia jelkide durante estas tres últimas décadas. Por ello, remarca que cuando plantean alcanzar un nuevo estatus político en la próxima legislatura no quieren decir que no se haya avanzado nada hasta ahora, sino que «se ha hecho un camino en base al Estatuto de Autonomía».

Urkullu apunta en la entrevista que su apuesta por ese «nuevo marco» indefinido parte de la premisa de que en el Parlamento de Gasteiz «habrá también otra fotografía probablemente», y que será en ese esce- nario en el que el PNV presentará alguna iniciativa. Apunta que en caso de que fuera aprobada por el Parlamento de Gasteiz, se sometería a la voluntad de la sociedad vasca a través de una consulta «y se elevaría a las Cortes Generales del Estado», añade, lo que confirma que la pactarían al menos con el PSOE.

«El PNV tiene muy claro cuál es el recorrido que quiere ofrecer a la sociedad vasca: un proyecto político, económico y social, que esté basado en la bús- queda de consenso», recalca el presidente del EBB.

En la misma línea, Iñigo Urkullu defendió que su partido es «consecuente» con su trayectoria y con el concepto de «construcción nacional». Recordó que «incluso desde la aprobación del Estatuto de Autonomía en el año 1979», el PNV siempre ha argumentado que aquel era «un primer paso» para avanzar hacia lo que los vascos «quieren ser en el futuro».