El obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, aseguró ayer que la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que va a contar con la presencia en Madrid del Papa Benedicto XVI es un acto organizado de forma «austera», pese a que el mismo supondrá un desembolso de 50 millones de euros.

Munilla respondió de este modo, en una entrevista en Radio Euskadi recogida por la agencia Efe, a las criticas que se han realizado durante las últimas semanas por el gasto que este encuentro va a suponer en una época marcada por la crisis económica.

El responsable de la Iglesia católica en Gipuzkoa quitó importancia a la cantidad presupuestada, y recordó que el Estado español y las administraciones públicas dependientes del mismo «no han puesto ni un duro».

Durante su intervención en la emisora pública, el obispo de Donostia explicó que la visita del Papa al Estado español se sufragará en un 75% con las cuotas que pagan los jóvenes, mientras que el 25% restante provendrá de las empresas patrocinadoras y de donativos particulares.

Sin embargo, él mismo reconoció que será competencia del Estado el mantenimiento de la seguridad del pontífice vaticano durante su estancia en Madrid. Un operativo marcado por la fuerte presencia de las FSE y que provocará cortes de tráfico en el centro de la ciudad.

Asimismo, Munilla trató de justificar la gran inversión económica, alegando que la Iglesia católica celebrará el acto de la JMJ con la intención de crear un evento «moderno». Una cita con la que acercarse al «lenguaje de los jóvenes» mediante el desembolso de 50 millones de euros en total.