Tiger Woods no pasó el corte en la edición número 93 del Campeonato de la PGA, que se juega en Atlanta, liderado tras la segunda jornada por los estadounidenses Jason Dufner y Keegan Bradley con 135 golpes.

Por cuarta vez en su vida, Woods cae eliminado en la segunda ronda de un major, la primera en el último de los cuatro torneos del Grand Slam que el californiano ganó en cuatro ocasiones (1999, 2000, 2006, 2007).

El propietario de 14 grandes abrió el jueves su participación en el Club Atlético de Atlanta con una floja primera ronda de 77 golpes, siete por encima del par del campo, y el viernes firmó una tarjeta de 73, para totalizar 150 impactos, 10 sobre par, que le dejaban fuera.

El estadounidense ya se había perdido los cortes del Masters (1996), Abierto Británico (2009) y del de Estados Unidos (2006).

Woods -ex número uno mundial- ha caído hasta el puesto 30 del ranking de jugadores y no gana un torneo desde noviembre de 2009. Afectado por problemas personales y físicos -lesiones en la rodilla izquierda, de la que ha sido operado cuatro veces durante su carrera, y en el tendón de Aquiles-, no levanta cabeza.

Olazabal, tampoco

Tampoco José María Olazabal ha llegado al tercer recorrido. El hondarribiarra firmó su segundo 78 en dos días y con 156 golpes se fue a la calle.

Dufner y Bradley asumen el mando. Este último tiene 25 años y es sobrino de Pat Bradley -la jugadora que brilló en la década de los 80-. Ayer hizo honor a su apellido con 64 golpes (seis birdies sin fallos) para anotar la mejor vuelta del día.

Bradley y Dufner igualaron en cabeza con -5, un golpe mejor que un quinteto perseguidor con Jim Furyk y Scott Verplank como cabezas más visibles.

El golf estadounidense sigue luciendo galones en Atlanta, con ocho de sus golfistas entre los diez mejores de la tabla, y observa perplejo el pobre estado de forma de Woods.