Kaiku volvió a superar a todos sus rivales gracias a sus impresionantes largos de ida y a la agilidad de su nueva trainera en las ciabogas. Sin embargo, los hombres patroneados por Asier Zurinaga perdieron una opción pintiparada para dejar sentenciada la XXXIV Bandera de Zarautz. En el último largo, habiendo logrado una máxima renta de 11 segundos, la «Bizkaitarra» perdió fuelle respecto a Urdaibai -que recortó su desventaja por debajo de los cinco segundos- y a una Tirán que se coló por méritos propios en la tanda de honor de hoy -con Hondarribia como cuarto en discordia-, y que confía en que la mar se encrespe un poco de cara a esta segunda jornada.

Kaiku volvió a exhibir sus galones en los tres primeros largos. Visto lo visto, la calle número uno resultaba un caramelo, ya que tanto la embarcación sestaoarra como la «Ruly» de Tirán volaron por la misma. Los de Asier Zurinaga realizaron tres cuartas partes de regata casi perfectos, asediados únicamente por una Tirán que, bogando casi en solitario en la segunda tanda, y con el añadido de que en su embarcación había hasta cinco suplentes, resultó la mayor sorpresa de la jornada.

Ya en el último largo, y acaso guardando fuerzas para hoy, los «galácticos» de Kaiku comenzaron a ceder terreno, sobre todo ante una «Bou Bizkaia» que veía la Liga San Miguel virtualmente perdida en caso de que Tirán les arrebatara la segunda plaza. Sólo en esa champa final, y no sin esfuerzo, lograron adelantar a la embarcación galaica, que quizás echó de menos cierta competencia directa de los grandes de la Liga San Miguel para poder optar con aún mayor fuerza a la primera posición. Mientras, Hondarribia pudo con San Juan y se coló en la cuarta posición.

Tirán tuvo en Astillero su único gran rival, al que superó en el segundo largo. Astillero no pudo seguir el ritmo de la «Ruly» -por primera vez en lo que va de campaña, el bote gallego no tuvo que intentar una remontada a la desesperada en el largo definitivo-, y se tuvo que conformar con la segunda plaza de la segunda tanda, logrando convertirse en el primer representante cántabro de la regata, superando a su vez con relativa comodidad a Pedreña y San Pedro, respectivamente, que vivieron un entretenido mano a mano hasta el final, imponiéndose la embarcación cántabra.

Mientras tanto, Castro se imponía en la primera tanda, en la que hubo una mayor presencia de viento -aunque no llegara a ser importante-.

Camargo revive y Orio se cae

Sobre esta primera tanda, cabe destacar el claroscuro comportamiento de Orio y Camargo.

Históricamente, Zarautz ha sido un campo de regateo en el que Orio ha realizado verdaderas exhibiciones. Sin embargo, de un tiempo a esta parte la «Mirotza» parece tener extra de plomo. Desde que cayó al pozo de los puestos de play off de descenso, Orio ha sufrido un bajón tremendo en su rendimiento, quizá fruto de la extremada bisoñez de su plantel.

En contraste, cabe alabar a la embarcación de Camargo. Pese a verse en la última plaza, sigue peleando para evitar el descenso directo, y ayer logró una muy meritoria segunda posición en la primera tanda, superando ampliamente a Zumaia y llegando a comprometer el triunfo de una embarcación de Castro que, al fin, pareció haber recuperado algo la sonrisa de la mano de su técnico Iker Gimeno.

En resumen, la XXXIV Bandera de Zarautz todavía necesitará de mucha batalla -la que se espera este mediodía, a partir de las 12.00- para poder dirimirse, mientras que el título de la Liga San Miguel casi está decidido a favor de Kaiku, que aventaja en ocho puntos a Urdaibai.