KATE MOTZEAN: Bryce Bevin
«Sueño con un crucero en yate»
Brice Bevin encara la tercera temporada al frente de Getxo Rugby Taldea. Quienes le conocen resaltan la afabilidad de este neozelandés que casi nada más llegar personalizó el buzón de voz de su móvil con un «Bryce naiz» y que en el primer punto de su biografía cita a sus dos hijos, Brogan e India. «Ella habla euskara, español e inglés» explica, al tiempo que se reconoce un enamorado de la cultura de Euskal Herria. Es licenciado en Educación Física y Derecho y fue entrenador de la selección española de rugby.
¿Qué sentimiento le produce el verano?
En verano es mas fácil buscar la salud y la felicidad, lo que estoy buscando siempre.
¿Prefiere los días o las noches de verano? ¿Cuál es su plan ideal para ambas?
Pronto por la mañana, andar y nadar en Gorliz. Luego un poquito de trabajo y planificación para la temporada, un baño con mi hija y ver la sonrisa de los niños cuando están jugando en el mar. Para comer una pequeña ensalada y fruta, melones de verano. Después una siesta y a andar otra vez. A las 17.00 a preparar la barbacoa en el jardín, sacar una cerveca friísima y pasar un par de horas cocinando. Cena en la terraza con familia y amigos y a la cama pronto con mi libro de verano.
¿En la playa, sol o sombra?
Sol. Cool down en el mar cada rato. No me tumbo mucho en la playa, prefiero jugar con el balón de rugby, andar o nadar.
Y para escapar de vacaciones ¿playa o montaña?
El mar. Mount Maunganui en Nueva Zelanda. Playas largas, limpias, sin gente.
¿El MP3 o la radio?
Me gustan M80 y Gaztea, las cadenas de aquí. Buena música. El CD, en el coche; me encanta el doble CD de «The Girls».
¿Periódico o libro?
Libro, siempre. No duermo si no leo antes.
¿Lo deja todo atado o improvisa de vacaciones?
Me gusta hacer un plan siempre -día, semana o mes-. Aprovecho más el tiempo con un plan. Sigo el Tour en los Pirineos y hay que preparar la ruta.
¿Maleta grande o pequeña?
Pantalones cortos, chancletas, un tee shirt y gorra de sol. Ya está. Utilizo una bolsa de IKEA -mucho mejor que una maleta-, se ve todo a primera vista.
¿Las vacaciones más especiales que recuerda?
Fiji, una semana de torneo de tennis y golf y noches fiesta y muchas mentiras sobre cómo jugamos tan bien durante el día. El Tour por Los Pirineos es especial cada año y acudo siempre. Las vacaciones de playa en Nueva Zelanda también son especiales: días activos y barbacoa con amigos en la casa playera. Hay que saber que en Nueva Zelanda los sitios no son comerciales -no hay restaurantes o tiendas-, es muy básico, sencillo y puro. Mount Maunganui es mi playa favorita.
¿Un libro especial?
«It's not about the bike. My journey back to life», de Lance Armstrong.
¿Sus vacaciones soñadas?
Un crucero en yate con familia y amigos en las islas de Nueva Zelanda, explorando las islas deshabitadas, días en el mar nadando y noches en el yate, comiendo pescado cogido por nosotros.
¿En qué se parecen los veranos de aquí y Nueva Zelanda?
Aquí hay 60 millones de habitantes y en Nueva Zelanda somos 4 millones en el mismo espacio. Cuando hay menos gente y más espacio se vive bien. Pero la gente tiene tendencia a arruinar el ambiente -físico y social-. Las fiestas de los pueblos no me interesan mucho.
¿Qué le preocupa a un entrenador de rugby en verano?
Pienso en cómo puedo hacer que la nueva temporada sea fresca y vibrante para los jugadores. Cambiar y adaptar las cosas e introducir temas estimulantes para los jugadores. En verano siempre visito otros clubs en Francia para aprender nuevas ideas para Getxo. También hago algún curso de entrenadores para aprender más cada año.