Dieciséis altos cargos y representantes de multinacionales francesas pidieron al Gobierno de Sarkozy que les imponga un impuesto especial para hacer una «contribución excepcional» para ayudar a salir de la crisis.

«Nosotros, presidentes o dirigentes de empresas, empresarios, financieros, profesionales o ciudadanos ricos, deseamos la instauración de una `contribución especial' que afectaría a los contribuyentes más favorecidos». Así abría la carta que se publicó en la web del semanario «Le Nouvel Observateur». Los firmantes solicitan un impuesto con el fin de «evitar efectos económicos indeseables como la fuga de capitales o el crecimiento de la evasión fiscal».

También reflexionaron y señalaron que son «conscientes de que nos hemos beneficiado plenamente de un modelo francés y de un entorno europeo con el que estamos comprometidos y que queremos ayudar a preservar». «Nos parece necesario contribuir» subrayaron.

El anuncio se hizo público ayer antes de que el Gobierno del Estado francés presente las medidas que pretende adoptar para reducir el déficit público al 5,7% para final de año.