Las bolsas siguen a expensas de las decisiones de Europa para desactivar la crisis de la deuda soberana. Ayer se puso un énfasis especial en la polémica postura de Finlandia, que pide garantías para participar en el nuevo rescate de Grecia al margen de las condiciones aceptadas por el conjunto de los estados europeos. Tampoco ayudaron a los mercados los datos de la jornada, dado que el índice ZEW de confianza empresarial en Alemania cayó a mínimos de 2008 y la confianza del consumidor, según el cálculo adelantado, se redujo drásticamente en agosto. De otro lado, en Estados Unidos siguen aumentando las conjeturas sobre el sentido de la intervención del viernes de Ben Bernanke. Se espera que manifieste su predisposición a lanzar otro plan de expansión monetaria. Este debate se produce, además, en medio de más referencias decepcionantes sobre la evolución de la economía estadounidense. Así, el pasado mes de julio la venta de viviendas nuevas cayó un 0,7%, cuando se esperaba un repunte. Este cóctel de informaciones, de sesgo negativo, no impidió mantener la senda alcista de París (+1,08%), Fráncfort (+1,07%) y Londres (+0,67%). La presión bajista sí pudo con el Ibex, que se fue hasta los 8.279,80 puntos tras perder un 0,17%. Por valores destacaron al alza Amadeus y OHL, que ganaron más de un 1%. Sacyr (-4,94%), Mapfre (-3,52%) y Abengoa (-2,82%) registraban los mayores recortes. En París, Air Liquide (+2,85%), Vinci (+2,41%) y Alcatel-Lucent (+2,18%) lideraron los avances, mientras que ArcelorMittal (-1,82%) fue el más castigado de los siete perdedores.