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«Siempre podemos cambiar a mejor y, además, deberíamos de obligarnos»

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Kepa Junkera

Trikitrilari y compositor

Actúa esta noche en Aste Nagusia, Abandoibarra, donde presenta su último disco, «Ultramarinos y Coloniales», en homenaje al comercio familiar, al del trato personalizado, al viejo Botxo. Pero Kepa no se olvidará de sus temas más populares, incluida una participativa versión de «Marijaia». Junkera invita a todos a que acudan al concierto, «para compartir la energía de una noche muy especial».

Pablo CABEZA | BILBO

Kepa Junkera vive en Busturia desde hace unos años, pero no olvida sus raíces ni su querencia por el barrio en el que nació y creció. «Rekalde [Bilbo] está en mis mejores recuerdos. Es mi barrio, mis raíces y mi gente. Mis padres me han enseñado a respetar mis orígenes y, la verdad, es que me siento muy orgulloso de ello. En mi último disco,'Ultramarinos y Coloniales' hay un tema llamado `Rekaldelhi' en referencia a Rekalde y Nueva Delhi. Y hace poco viví una experiencia muy agradable cuando colaboré con la gente de Kukutza en un concierto a dúo con José Luís Canal. Kukutza me parece una iniciativa increíble y encontrarme con los amigos y la gente del barrio fue muy emocionante. La calle Goya es parte de mí mismo. A lo largo de estos años he visitado lugares increíbles, conocido rincones únicos con diferentes encantos, incluso donde vivo ahora es un lugar precioso, pero las raíces son las raíces y esas nunca se olvidan. Mi barrio es uno de mis mejores sueños hechos realidad. Ojala el sueño del gaztetxe de Kukutxa también se cumpla», apunta un Kepa Junkera que ha visitado decenas de ciudades y barrios.

Lleva unos años con una producción de discos fuera de lo común, ¿ha descubierto alguna bebida secreta en alguno de sus viajes, porque el txakoli no creo que sea el causante, no?

La verdad es que estos últimos años hemos trabajado duro, pero creo que el motivo fundamental está en que tenía la necesidad de transmitir muchas ideas y sensaciones. Creo que sólo así se puede plantear, hoy en día, presentar un nuevo trabajo con la calidad que el público se merece. Claro está que para lograr todos esos objetivos he necesitado del esfuerzo y la complicidad de un grupo de gente fantástica que forma mi equipo, de quien me siento muy orgulloso y sin cuya colaboración todo esto no sería posible. Así que ni el txakoli ni ninguna otra cosa tiene nada que ver con todo esto (sonríe)... Y eso que tengo amigos como los del caserío Amunategi, que son productores de txakoli y están luchando de manera increíble por conseguir evolucionar un producto tan nuestro.

Se ha recorrido más de medio mundo y relacionado con otro medio, aún así su viaje personal bascula entre la timidez y la seriedad.

Hombre, soy una persona muy tímida, es cierto, pero creo que he ido poco a poco superándola. Creo que siempre podemos cambiar a mejor y, además, deberíamos obligarnos. Lo de la seriedad me lo han dicho en varias ocasiones, pero la gente se sorprende cuando me conoce porque dicen que la imagen que doy no es la verdadera. No sé... En realidad soy una persona de trato muy normal y que quiere disfrutar al máximo de la compañía de su gente. Está claro que en el trabajo me gusta llevar las cosas con seriedad y responsabilidad. He utilizado la música como medio para conocerme más a mí mismo, explorando muchos aspectos de mi persona gracias a ella.

Sin embargo, tiene el valor, o antes lo hacía, de fotografiarse ante gente famosa a quien le solicita permiso para retratarse junto a él o ella. Recuerdo haberle visto una foto al lado del fallecido David Carradine.

Siempre me ha gustado hacerme fotos o pedir autógrafos de gente que me parece interesante. Lo de la vergüenza pienso que hay que dejarla para las cosas que de verdad nos tendrían que dar vergüenza. Es una afición que tengo y que, gracias a la música, he podido llevar a cabo, siempre desde el respeto y la admiración, pero sin segundas intenciones. Esa foto a la que te refieres la hice en Toronto, cuando fui a tocar a un festival en Canadá, yo paseaba por el barrio chino de la ciudad y, de repente, vi que en una calle estaban grabando unas escenas para una película. Me dí cuenta que en medio del tumulto estaba David Carradine, Kung-fu, al que le pedí hacernos una foto juntos y, como otros muchos, accedió sin problema.

¿Y sigue con la costumbre...?

Pues sí, claro. Las buenas costumbres hay que conservarlas. Una de las últimas `adquisiciones' es una foto que me saque con Isabel Pantoja. El caso es que estábamos en la gala de los Premios de la Música de este año, donde fuimos galardonados por «Herria», el tercer álbum con el que se completa la trilogía de la música tradicional vasca, como Mejor Álbum de Música Tradicional, con la ilusión que eso me hace, puesto que traíamos otro premio más a Euskal Herria. Tras la entrega de premios la vi entre un grupo de otros galardonados y le pedí si podíamos hacernos una foto, y muy amablemente accedió. También hice lo mismo con Serrat, Jordi Saval, Fito, Macaco... Hay mucha gente a quien admiro por muy diferentes razones.

Otra de sus singularidades es que colecciona trikitixas, bueno las mal llamadas trikitixas, porque antiguamente la triki era como la unión del pandero con el cantante, y a ese espectáculo se le llamaba trikitixa, quizá por el triki triki del pandero, no el acordeón. Quizá tenga otra teoría...

No, no tengo otra teoría. Creo que las cosas fueron como las has contado. Lo único que destacaría es que el acordeón diatónico llegó a nosotros por vía marítima y quizá eso ha marcado también un poco su futuro. Creo que las cosas evolucionan, quizá, como bien dices, el nombre trikitixa no hacía referencia al acordeón en sí, pero también es cierto que con el paso del tiempo el llamado fuelle del infierno cautivó al público y ha terminado llamándose trikitixa al acordeón diatónico. A mí, esta forma que tienen las cosas de evolucionar me fascina. Como acordeón tengo unas francesas de 1840, no tienen marca... Hace poco compré una concertina en un anticuario que perteneció a un payaso francés. A mí me encantaría saber la historia de todos los instrumentos que tengo, eso me da mucha energía y emoción cuando toco con ellas, pero también es bonito ese misterio que esconden y tratar de imaginar su pasado.

¿Suele ir de poteo?

No suelo potear. Recuerdo que en mis primeros conciertos con la triki la gente se extrañaba cuando pedía un mosto o un Kas. Personalmente tampoco experimento ningún beneficio al beber para luego tocar. Para mí la droga es el publico, es mi verdadera energía. La emoción de tocar delante de gente es el mejor revulsivo.

¿Y es de comer o es persona comedida?

Comer me encanta... La comida me apasiona. Fuera de las horas habituales, me decanto por una pieza de fruta, un poco de queso... Lo normal.

¿Y de vicios cómo andamos?

Bastante normales. Pues meterme en nuevos proyectos, afrontar retos diferentes... ¡Ah! y beber mucho café. Me encanta.

¿Educa a sus hijos en la música?

Parto de la base de que cada uno ha de ser libre al elegir su destino. Por supuesto que trataré de crear en ellos el gusto por la música y, si se interesan, su aita les ayudará en lo que pueda. De hecho, desde bien pequeños están viviendo la música como algo muy cercano. Pero, si por lo que sea, no es el camino que ellos eligen, yo los apoyaré al máximo, porque para mí lo importante es que sean felices. Creo que la música y la cultura, en general, es mucho mas importante vivirla y experimentarla que aprenderla de forma metódica y a base de conceptos. Es fundamental, bajo mi experiencia, que sientas la música, la lleves dentro y que eso te marque como persona, más allá del grado de perfección que puedas alcanzar. Creo que esta es una reflexión muy importante tanto para padres como para profesores.

¿Cuenta con rincones de la villa que considere especiales?

Bilbao es una ciudad con un encanto muy especial y podría destacar muchas zonas, pero la parte que a mí me gusta particularmente sería Rekalde, quizá incluso al margen de mis raíces, y, cómo no, el Casco Viejo, con sus calles y sus tiendas, con toda la historia que transmite... No en vano le he dedicado mi ultimo disco. Es un rincón que siempre me ha inspirado muchas cosas y tenía ganas de hacer algo muy especial y dedicárselo a toda esa gente que lleva años y años dando lo mejor de sí mismos a todo aquél que les visite.

REKALDE

«Es mi barrio, mis raíces y mi gente. Mis padres me han enseñado a respetar mis orígenes y me siento muy orgulloso»

RECUERDOS

«Siempre me ha gustado hacerme fotos o pedir autógrafos de gente que me parece interesante por una u otra razón»

HIJOS

«Por supuesto que trataré de crear en ellos el gusto por la música y, si se interesan, su aita les ayudará. De hecho, están viviendo la música como algo muy cercano»

COLECCIÓN

«Como acordeón tengo unas francesas de 1840, no tienen marca... Hace poco compré una concertina en un anticuario que perteneció a un payaso francés»

Acaba de publicar «Ultramarinos y Coloniales», pero Junkera ya está pensado en nuevos proyectos

Junkera acaba de ser novedad con «Ultramarinos y Coloniales», donde saluda a un pasado repleto de pequeños comercios dando vida a la ciudad. Sin embargo, la quietud le ha durado bien poco, pues a las pocas semanas de su salida ya se encontraba grabando un nuevo trabajo, esta vez con la OSE, con quienes ha estado varios días enclaustrado en Miramón. Otro reto existencialista para uno de los músicos másdinámicos y traviesos de Euskal Herria. «Tener inquietudes es fundamental en cualquier ámbito de la vida. No te puedes parar y acomodarte, hay que buscar nuevos retos, plantearte diferentes proyectos para poder evolucionar y seguir tu camino hacia el crecimiento personal y profesional. Muchas veces nos planteamos la vida de manera que vamos pensando en las casualidades, las circunstancias y, a veces, hasta nos tomamos revanchas con la propia vida. Yo cada vez intento pasar más de eso y trato de hacer las cosas disfrutándolas al máximo, pero enfrentándome a ellas de manera natural sin lastres ni pesos añadidos. Así me planeo colaborar con la Orquesta Sinfónica de Euskadi al mismo tiempo que grabo un disco con un pianista cubano increíble llamado Rolando Luna, esto de manera mucho mas intima y personal. En la vida hay que hacer de todo, pero siempre sumando energías, ilusiones y buen rollo», apunta un Kepa Junkera que con el paso de los años se ha vuelto más y entusiasta que nunca. Esta noche será propicia para escuchar creaciones de su último disco y parte del generoso reportorio que posee el músico de Rekalde, que estará acompañado de José Luís Canal al piano, Rober Caballero al bajo, Argibel Euba e Iñigo Olazabal a la txalaparta y percusiones, y Telle a la batería. P.C.

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