Finalmente ayer se confirmó que, a falta de un posible recurso por parte de la defensa de Nafissatou Diallo, Dominique Strauss-Kahn queda absuelto en el proceso por agresión sexual e intento de violación que se seguía en Nueva York contra el ex director gerente del FMI. El juez Michael Obus decidió asumir como propia la postura de la Fiscalía y desestimó los siete cargos que pesaban sobre DSK, alegando que el caso había perdido peso como consecuencia de la «falta de credibilidad» de la demandante.

El lunes la oficina del fiscal, Cyrus Vance, ya había comunicado a la Diallo y a su abogado, Kenneth Thompshon, que iba a recomendar al juez la retirada de todos los cargos. Thompshon criticó ayer duramente al fiscal por haber «abandonado a una mujer inocente» y haber negado «el derecho a la justicia en un caso de violación». El abogado denunció que la justicia estadounidense no tiene el mismo rasero para todas las personas y se mostró dispuesto a seguir dando batalla por este caso «en el terreno civil».

Según la versión de la Fiscalía, una «extensa» investigación le ha llevado a poner en duda la credibilidad de Diallo y a considerar que no podría probar, «más allá de toda duda razonable», que el sexo fue «forzado y sin consentimiento». Cabe recordar que las pruebas forenses realizadas a la limpiadora del Sofitel demostraron que había restos de semen del político francés y evidencias de una posible violación.

El propio Strauss-Kahn no ha rebatido en ningún momento la existencia de relaciones sexuales, y ha centrado su defensa en que esa relación fue consentida, en dilapidar la credibilidad de Diallo, en presentarse como una víctima y en criticar el procedimiento que llevó a su detención en mayo pasado.

Ayer, por el contrario, en un escueto comunicado a la prensa que hizo público tras la vista, DSK agradeció al juez Obus el trato recibido y al fiscal Vance su profesionalidad. En esa misma nota agradecía a su mujer, Anne Sinclaire, y a sus amigos el apoyo mostrado. El ex mandatario del FMI calificó lo vivido como una «pesadilla».

Alivio general, voces disonantes

La líder del Partidos Socialista francés, Martine Aubry, utilizó el mismo término para definir lo ocurrido con DSK: «es lo que esperábamos todos sus amigos, que al fin pueda salir de esa pesadilla», afirmó, en declaraciones a France Info. En relación a la posibilidad de que Strauss-Kahn retome su candidatura a la presidencia -para la que se presentaba como favorito en las encuestas antes de la detención-, Aubry evitó especular sobre el futuro político de su compañero de partido y se limitó a decir que «Dominique es todavía útil para Francia, su país al que está muy unido, y lo será de la forma que él quiera».

François Hollande, que en este momento encabeza las encuestas para ser el candidato socialista, mostró su «alegría» por Strauss-Kahn y sus allegados. Por otra parte, el portavoz Harlem Désir le envió en nombre de los socialistas su «más cálido testimonio de amistad tras la prueba que ha pasado y todos los deseos de que reconstruya su vida lo antes posible».

Lo cierto es que todos habían dado por amortizado a DSK. Pero, una vez declarado inocente, nadie se atreve a decir qué puede ocurrir con un personaje tan orgulloso. Tampoco resulta fácil calcular a quién beneficia cada una de las hipotéticas decisiones que DSK pueda tomar al respecto. En consecuencia, de izquierda a derecha, todos se limitaron a mostrar apoyo a nivel personal y a evitar entrar en la cuestión política.

Una de las pocas voces disonantes fue la de la ex ministra comunista Marie-George Buffet, que se centró en la decisión de la justicia norteamericana y valoró la decisión de ayer como «una mala noticia para la justicia y para las mujeres». «La decisión del fiscal hace correr grandes riesgos a los derechos de las mujeres al volver a los tiempos en los que las víctimas de violación eran consideradas a priori culpables, a los tiempos donde la violación no era considerada un crimen», afirmó de manera tajante.