Dani Moreno logró en la cima de Sierra Nevada su primera victoria en una grande tras descolgar en los últimos metros de la dura etapa a su compañero de escalada Chris Sörensen, ajustarse el maillot y entrar triunfante en la cumbre granadina. Otro de los beneficiados, el francés Sylvain Chavanel, se adjudicó el maillot rojo de líder, a pesar de entrar a 57 segundos del ganador, e Igor Antón perdió más tiempo de lo esperado al cruzar la línea de meta a 1:38.

Sin duda, el corredor de Euskaltel Euskadi fue uno de los mayores perjudicados por la dureza del final de etapa, que estuvo acompañada por el intenso calor en todo momento (se registraron temperaturas de hasta 37 grados al comienzo del ascenso a la mítica Sierra Nevada).

Tanto el de Galdakao como su equipo sabían perfectamente que la de ayer era una primera prueba importante para las aspiraciones de Antón, pero también eran conscientes de que la sierra granadina era la que menos se habituaba a las condiciones del vizcaino. Así lo reconoció, al menos, su director Gorka Gerrikagoitia en el transcurso de la etapa. No obstante, de no ser por Amets Txurruka y Gorka Verdugo, que estuvieron pendientes de su líder ayudándolo en los momentos clave de la dura y larga ascensión, Antón hubiese perdido más tiempo.

Siete hombres a la fuga

Beneficiados y perjudicados al margen, la escapada buena de la jornada sucedió a los 17 kilómetros de la salida. Siete corredores se lanzaron en una aventura que sería alcanzada a falta de cinco kilómetros para meta. La fuga estaba compuesta por los siguientes hombres: De Kort (Skil-Shimano), Toribio (Andalucía-Caja Granada), Bonnafond (Ag2r), Busche (Radio Shack), Bagot (Cofidis), Rohregger (Leopard) y Vorganov (Katusha).

Parecía demasiado pronto para aventurarse en esa larga travesía, por lo que el pelotón dio permiso suficiente como para que los escapados alcanzasen tres minutos de ventaja en un visto y no visto. De los 5:10 se pasó a los seis minutos para después sobrepasar los siete.

En ese momento, Movistar, equipo del líder Pablo Lastras, se puso a trabajar en cabeza del pelotón con la intención de poner techo a la fuga, ya que Rohregger era el líder virtual de la Vuelta desde hacía varios kilómetros (era el 47º de la clasificación general a 3:18 de Lastras).

Por lo demás, la jornada resultaba tranquila, menos para hombres como Markel Irizar (Radio Shack), Bradley Wiggins (Sky) y Sylvain Chavanel (Quick Step), que tuvieron que reincorporarse al grupo principal a causa de cortes en el pelotón.

Los siete corredores en cabeza de carrera se entendían a la perfección y Movistar no apretaba como antes. Así, cuando se disponían a ascender el Puerto de Los Blancares, de tercera categoría, la ventaja era de 8:05.

Corredores descolgados

A falta de 38 kilómetros de meta Rabobank se puso a tirar, recortando de manera considerable la diferencia. Era el momento esperado por los espectadores. Sierra Nevada estaba cerca y la dureza de la ascensión iría creando grupos poco a poco.

Así fue. Uno de los primeros en quedarse descolgado fue Iñaki Isasi (Euskaltel). Poco después era el líder Lastras, junto con Beñat Intxausti, quien se quedaba rezagado. Era el principio del fin de liderato para Lastras.

Por delante, Igor Antón sufría de lo lindo, mientras Mikel Nieve seguía en cabeza entre los mejores: Haimar Zubeldia, Joaquim Rodríguez, Vincenzo Nibali, Denis Menchov...

A nueve kilómetros de meta, Liquigas lanzaba un pequeño cambio de ritmo, seguido después por Daniel Martin. Pero fueron Robert Kiserlovski y Chris Sörensen quienes se llevaron el gato al agua, logrando unos metros de distancia y alcanzando definitivamente a los escapados. Aunque Sörensen se adjudicó otro compañero de viaje, llevando consigo a Bonnafond.

De nuevo volvió a cambiar de «amigo», ya que se le unió Dani Moreno tras hablar con su líder Purito, quien le daba la bendición para que buscase el triunfo. Dicho y hecho. El de Katusha se consagró en Sierra Nevada.