George Peppard protagonizó buenas películas como «Desayuno con diamantes», «Con él llegó el escándalo», «La conquista del Oeste», «Tobruk» o «Las águilas azules». Pero en el imaginario quedará para siempre su imagen sonriente y a punto de fumarse un puro, diciendo aquello de «me encanta que los planes salgan bien», ejerciendo de John Hannibal Smith, jefe de El Equipo A, una serie que, aunque cuyas reposiciones hayan batido los récords de vergüenza ajena, fue un éxito en los 80.

Obviamente, aunque la vida profesional de Joaquim Purito Rodríguez no es la misma, sí que guarda un cierto paralelismo semántico y crepuscular. En diez años, ha corrido para el conjunto ONCE, pasando por Saunier-Duval y Caisse d'Epargne. Pero ha sido en el Katusha donde, con la treintena cumplida, ha terminado de explotar, postulando incluso a disputar las generales de rondas de tres semanas. Este año parece dispuesto a mejorar su cuarta plaza de la pasada Vuelta.

La quinta etapa de la ronda hispana evidenció que Katusha viene con intención. Si el martes fue Dani Moreno quien, con el permiso de Rodríguez, diera el triunfo al conjunto ruso en Sierra Nevada, ayer fue Purito quien remató el gran trabajo de su equipo en la meta de Valdepeñas de Jaén, culminado por Dani Moreno, que ejerció de lanzador en la llegada jienense.

De hecho, el dúo Moreno-Rodríguez -en ese orden- ya amenaza el liderato de Chavanel -que mantuvo el maillot rojo por escasos nueve segundos-. La cruz de la moneda fue nuevamente para Igor Antón. El de Galdakao, que tan brillantemente se impusiera el año pasado en Valdepeñas de Jaén, cedió otros 57 segundos, después de haber sufrido en la segunda ascensión al puerto de Valdepeñas, fruto del trabajo conjunto de Katusha y Liquigas.

Caída de Txente García

Katusha fue el equipo que comandó una jornada protagonizada por el calor y la velocidad en los primeros kilómetros, ya que hubo multitud de intentos de fuga. En una de esas tentativas, después de superar el primer paso por el alto de Valdepeñas de Jaén, el navarro de Movistar Txente García Acosta sufría una fuerte caída que acabó con el de Tafalla en el hospital con una fractura de cubito y radio en su brazo izquierdo y de la vértebra 12 dorsal, sin afectación medular. Es su decimoquinta y última participación en la Vuelta, a sus 39 años, la primera en la que Txente García debe abandonar.

Al final, una fuga de ocho miembros, Albasini (HTC), Sagan (Liquigas), Slagter (Rabobank), Taaramae (Cofidis), Frohlinger (Skil), Malacarne (Quick Step), Palomares (Andalucía) y Madrazo (Movistar) logró aventajar a un pelotón, tirado por Quick Step, que no dio ninguna oportunidad a los fugados.

Albasini probó la aventura en solitario y sólo Madrazo y Frohlinger lograron cazarlo a falta de 40 kilómetros. Pero para entonces Katusha estaba poniendo en marcha su plan, tirando del pelotón, con la idea de evitar cualquier aventura camino a las duras cuestas de Valdepeñas de Jaén y, de paso, diezmar el grupo de los elegidos en el segundo ascenso a Valdepeñas.

Con todo y la ayuda de Liquigas al comando de la prueba, al ver que Igor Antón sufría y llegaba a perder contacto, Moncoutie (Cofidis) casi les estropeó la fiesta a los rusos. El francés saltó a por Dyachenko (Astana), y tras superarlo, logró abrir una renta de más de medio minuto que obligó al pelotón a imponerse tras un pulso desigual, culminado por Dani Moreno.

Moreno cazó a Moncoutie en las cuestas de Valdepeñas de Jaén y lanzó a Joaquim Rodríguez, descolgando a Nibali. Sólo Wouter Poels (Vacansoleil) se mantuvo a la rueda de los dos Katusha, pero nada pudo ante el líder del equipo ruso que, con aire sobrado -fumándose un puro, como quien dice- celebró con esta victoria que sus planes salieran tan bien como los había planeado.