Parecía que iban remitiendo las melonadas en torno a lo que dicen que dijo el diputado general de Gipuzkoa en Catalunya, pero no pasa un día sin que la derechona vuelva con la misma matraca. Ayer el turno de guardia le tocaba a Luis María Anson.

En «El Mundo», el académico español recordaba una carta de Josep-Lluís Carod-Rovira en la que el político catalán rechazaba los atentados de ETA en Catalunya y, como los lectores no tenemos suficiente capacidad de comprensión, Anson nos explicaba lo que Carod quería decir escribiendo lo que Anson quería que Carod dijera. El recuerdo de la carta respondía, claro está, a lo que Martin Garitano dijo en una charla, posteriormente manipulado y exprimido hasta el aburrimiento: «Está claro que a Martín Garitano le complació en su día la lectura del artículo de Carod Rovira. Ahora se ha sumado a su tesis y, aunque ante el escándalo producido haya querido sacar la pata del albañal matizando sus declaraciones, la verdad es que no se lamenta de los asesinatos de Eta sino de que la banda terrorista haya atentado y derramado sangre en Cataluña». Ante el escándalo producido no, ante la tergiversación de sus palabras. El caso es que el propio columnista dice que Garitano matizó sus palabras, pero él prefiere la versión manipulada y se suma a ella.

Y es que así ya tiene un supuesto argumento para meterse con Bildu. Afirma que produce náuseas «lo que está ocurriendo con Bildu, con Bildueta, brazo político de la banda terrorista». Muy bueno, no lo habíamos pillado a la primera. Y, de paso, se mete también con Zapatero, afirmando que Bildu se ha «encaramado en las instituciones por obra y gracia de José Luis Rodríguez Zapatero» que, dice, «urdió la maniobra para, en el último minuto y de penalti, legalizar, a través del politizado Tribunal Constitucional, a Bildueta». Pues no señor, ni Zapatero ni el Constitucional, fueron los votos de miles y miles de vascos los que democráticamente decidieron la presencia de Bildu en las instituciones. Claro que a algunos no les termina de convencer eso de los votos, por eso Anson dice que, aunque «no es fácil desmontar lo que se ha hecho (...) habrá que intentarlo». ¿Se referirá a convencer a los ciudadanos para que no den su voto a Bildu? Ya lo intentan, pero parece que no es suficiente.