CRíTICA Quincena Musical

Nebra en Santa Teresa

Mikel CHAMIZO

Obviemos el hecho de que la mitad de sus componentes son extranjeros y digamos nuevamente que Al Ayre Español es el mejor conjunto de instrumentos originales del Estado. Y el único que tiene un cierto prestigio a nivel europeo.

En los últimos años han ofrecido en Donostia varios conciertos estupendos, y el del lunes en el Ciclo de Música Antigua de la Quincena Musical volvió a serlo. Por un lado, porque descubrimos la magnífica calidad del compositor aragonés José de Nebra, uno de los buques insignia de Al Ayre Español. Sus cantatas, sobre textos religiosos, son de una peculiar factura entre italiana y española, con esa brillantez melódica típicamente italiana mezclada con el dramatismo un tanto abrupto del barroco ibérico. El gran talento de Nebra filtra esas influencias en unas cantatas que destilan lo mejor de ambos estilos, y que poseen además una personalidad muy reconocible y un punto lúdico que hacen de su escucha algo sumamente agradable. Más aún cuando están tan bien tocadas y cantadas, con la voz cada día más en boga de María Espada, que no sólo posee una voz impecable para este repertorio sino que sabe también contar lo que canta. Dio gusto escuchar unos recitativos tan convincentes.

El punto más discutible del concierto fueron, quizá, las interpretaciones de diversas piezas para teclado de Domenico Scarlatti por Eduardo López Banzo. No porque estuvieran mal tocadas, en absoluto, sino porque fueron abordadas con una gran subjetividad rítmica que no siempre resultaba claramente justificable. En cualquier caso, gran concierto.