La plantilla de la fábrica Daewoo de Gasteiz comenzó ayer sus movilizaciones para exigir al Gobierno de Lakua que rechace el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción presentado por la empresa para 147 trabajadores y reclamar al Ayuntamiento de la capital alavesa su respaldo a la continuidad de la planta.

En el marco de esta última demanda, el comité se reunió antes de su protesta en la Virgen Blanca con concejales de Bildu, quienes se comprometieron a pedir la celebración de un pleno extraordinario con el objetivo de que el Consistorio realice una declaración institucional de apoyo a los trabajadores y se posicione en contra del ERE.

Al término de este encuentro, la coalición de izquierdas y soberanista emitió un comunicado en el que mantiene que «no hay elementos suficientes para llevar a cabo un expediente de extinción, ya que según los datos aportados por los propios trabajadores, la firma asiática ha ido provocando gradualmente una situación desfavorable en la producción, que le llevó a decidir el cierre de la planta, incluso antes de la presentación del citado ERE».

El portavoz de Bildu, Kike Fernández de Pinedo, solicitó «saber cuánto dinero recibió Daewoo de las instituciones, y conocer exactamente qué condiciones se les puso para recibirlo, porque tenemos la sospecha de que se les puso la alfombra roja, con un cheque en blanco».

Su compañero Antxon Belakortu apostilló que «la empresa ha engañado a toda la sociedad alavesa, porque ha estado cobrando ayudas públicas desde el primer minuto, y ahora, hasta se han llevado la producción antes de cerrar».

La posterior protesta se desarrolló tras dos pancartas con los lemas «Daewoo ez itxi» y «Deslokalizaziorik ez», y en ella se profirieron consignas contra la multinacional de Corea del Sur, a la que se acusa de no invertir lo necesario para adecuar la producción de frigoríficos a la normativa de la UE.

José de Miguel, presidente del comité, insistió en la viabilidad de la planta y recordó que el lunes pidieron a la Delegación de Trabajo en Araba que paralice el período de consultas porque el ERE no incluye el requerido plan de acompañamiento social.

Los representantes de la plantilla y la dirección de la empresa volverán a reunirse hoy. Será el tercer encuentro, después de que los dos primeros se saldaran sin noticias positivas. Según denuncia el comité, hasta ahora la empresa se ha negado a aportar documentación sobre las causas económicas que argumenta para proceder al cierre de la planta y sobre las ayudas públicas recibidas, limitándose a entregarles papeles «sin sellar» sobre las supuestas pérdidas entre enero y julio de este año, que la dirección cifra en 200.000 euros cada mes.