Ataques suicidas contra la Policía en el centro de la capital chechena, Grozni
Tres kamikazes se inmolaron en la noche del martes, llevándose a su paso la vida de nueve personas, la gran mayoría policías. El hombre de Moscú en Chechenia, Ramzan Kadirov, montó en cólera, pero tiene difícil disipar la creencia de que Rusia no controla el Cáucaso.
Olga NEDBAEVA (AFP) | MOSCÚ
Doce personas, la mayoría policías pro-rusos, murieron a última hora del martes en una serie de atentados-suicidas en el centro de Grozni, capital chechena.
La primera explosión se produjo cuando los policías detuvieron a un sospechoso para verificar su identidad. El interpelado hizo explotar la bomba que portaba, matando a su vez a dos policías.
Otros dos kamikazes se hicieron explotar en el mismo lugar cuando llegaron más efectivos policiales, matando a cinco de ellos, a un responsable del Ministerio ruso de Situaciones de Emergencia y a un civil. 21 personas resultaron heridas.
Los atentados tuvieron lugar muy cerca de la sede del Parlamento autónomo checheno y coincidieron con la festividad delAid al-Fitr) que marca el fin del mes de ramadán (ayuno).
El hombre fuerte de Chechenia, Ramzan Kadirov, aseguró que uno e los kamikazes sería hermano de otro que se inmoló de forma análoga hace un año. «Está claro que lo del terrorismo les viene de familia», añadió.
«Los que han enviado a estos bandidos a la ciudad en un día sagrado para los musulmanes no tienen ni honor, ni religión ni patria. Hay que luchar contra ellos sin piedad. No son seres humanos, son engendros del infierno», sentenció.
15 años de guerra
Los atentados ilustran la fragilidad de la situación en Chechenia, donde una rebelión que actúa en todo el Cáucaso Norte sigue poniendo en jaque a Moscú tras 15 años de guerra.
«Es una bofetada para Ramzan (Kadirov). Los atentado evidencian que no hay ninguna estabilización en Chechenia, que es lo que Moscú le reclama», asegura Alexei Malachenko, experto del Cáucaso del centro Carnegie de Moscú.
Este experto señala que el ataque, en el que participaron tres kamikazes, estaba perfectamente preparado «y debe ser tomado muy en serio. Me temo que no será el último«, añade.
En octubre pasado, la sede del Parlamento checheno fue atacada por un comando de rebeldes que mataron a varias personas antes de inmolarse o ser abatidos. En agosto del pasado año, un destacamento rebelde lanzó un ataque de gran amplitud contra Gudermes, la localidad natal del clan de los Kadirov.
Tras la derrota en la segunda guerra, la rebelión se ha islamizado progresivamente y se ha extendido a toda la región, escenario de atentados y ataques diarios. Ataques que en enero y en marzo de 2010 llegaron a un aeropuerto y al metro de la capital rusa.
Horas antes, un agente del servicio secreto ruso (FSB, antiguo KGB) moría al explotar una bomba lapa en los bajos de su coche en la aldea de Ordzhonikidze, en la vecina Ingushetia,