Oihan Ataun, Mikel Marin, Mikel Flamarike, Gorka Sueskun, Iker Aristu, Mikel Beunza y Diego Octavio | Imputados
¡Ni un joven más! ¡No a los juicios farsa!
Los jóvenes abajo firmantes queremos transmitir a la sociedad que los próximos 4, 5, 6, 17, 18 y 19 de octubre pretenden juzgarnos en la Audiencia Nacional, sucesora del franquista Tribunal de Orden Público, después de haber sido detenidos, incomunicados, torturados y encarcelados en 2008. Meses mas tarde salimos de prisión tras abonar fianzas que suman 96.000 euros y, desde entonces, debemos ir a firmar semanalmente al juzgado. Tres de nuestros compañeros siguen todavía en prisión, dispersados por la geografía española.
Desde que éramos jóvenes hemos sido conscientes del conflicto político y armado que sufre nuestro pueblo, que tiene su raíz en la negación del respeto a la voluntad popular. Desde entonces hemos sido parte activa del proceso de liberación colectiva y personal; como jóvenes, haciendo frente a nuestras problemáticas, teniendo la ilusión, la imaginación y la determinación como armas de lucha, siguiendo el camino recorrido por diferentes generaciones, que han construido y mantenido vivo este pueblo, como en los diferentes procesos revolucionarios, siendo motor y primera línea de éste. Desde los diferentes sectores: cultura, arte, gaztetxes, lucha obrera, solidaridad entre pueblos, agitando la escena musical, defendiendo el derecho a una vivienda digna, promoviendo el respeto a la madre tierra, en la defensa de la emancipación de las mujeres, de los represaliados y represaliadas, en colectivos juveniles o populares como en movimientos políticos y sociales. Los estados, por contra, han puesto en práctica un increíble montaje intoxicador contra nuestra actividad pública y política. Queremos reivindicar alto y claro, en la actual situación política de normalización que vivimos, el derecho que tiene la juventud para organizarse, luchar y participar en la actividad política.
Los estados tienen un pánico terrible al uso que de estos derechos hace la juventud. Nunca hemos creído en esta democracia que nos pretenden vender, y comprobamos que es un simple disfraz del franquismo: todo quedo «atado y bien atado».
Así, nos encontramos con decenas de operaciones mediático policiales contra la juventud vasca en los últimos cuatro años. Desde que se frustró el último proceso democrático, el Gobierno estatal tomo la decisión de aniquilar al movimiento independentista. Ahí está la razón de tanta represión: la juventud es el futuro y por eso han pretendido desactivarla. En Iruñerria, por ejemplo, en este periodo, han sido detenidas 80 personas, de las cuales 46 sufrieron torturas, 51 fueron encarceladas y cientos se encuentran en grave peligro de sufrir todo eso, debido a las listas negras que han elaborado.
Su estrategia sigue siendo la represión y el inmovilismo puro y duro. Debemos decir que esa estrategia fracasará cuando el pueblo dé la vuelta a la situación, aportando su compromiso al muro popular y poniendo todas las energías en el camino de la solidaridad. Por encima de todas las trabas, no hay juzgado ni policía que detenga la voluntad de construir Euskal Herria.
Quieren juzgarnos y condenarnos, pero que se enteren de que no podrán condenar ni parar la voluntad de este pueblo. Que sepan que tenemos la clara determinación de llegar a nuestro objetivo y, en el camino, los jóvenes hemos adquirido un firme compromiso.
Que se den cuenta de que no hay juicio farsa que logre doblegar a un pueblo. ¡Ánimo y adelante! ¡Hasta la victoria! Nuestra mayor muestra de afecto a los refugiados y refugiadas y presos y presas políticos vascos dispersados en los estados.