La diputada foral de Hacienda, Helena Franco, y la portavoz del Ejecutivo, Larraitz Ugarte, comparecieron ayer ante los medios de comunicación para dar a conocer a la sociedad guipuzcoana una «fotografía real» de la situación presupuestaria encontrada tras su llegada al gobierno y que deberá ser gestionada durante otros cuatro meses, hasta finales de año.

Helena Franco resumió la situación señalando que el «agujero» de 101 millones tiene su origen, por una parte, en unos gastos de 35 millones no contemplados en el presupuesto, y por otra, en la reducción de 66 millones registrada en la recaudación. Este desfase representa más de un 11% del total del presupuesto, ya que la cantidad de la que dispone la Diputación para ejecutar sus proyectos asciende a 887 millones de euros, de los cuales 628 provienen directamente de la recaudación.

Explicó que el mayor incremento del gasto se ha producido en el apartado de políticas sociales -donde se han gastado 31 millones más de lo presupuestado-, y en el de transporte público, con un incremento de 4,5 millones, principalmente en lo referido a la implantación del billete único.

La diputada de Hacienda negó que ello se deba a un «error de cálculo» del anterior equipo de Gobierno y atribuyó la situación creada a la necesidad de los anteriores responsables políticos de «cuadrar» las cuentas tras haber fijado «otro tipo de prioridades».

Helena Franco calificó esta actuación de «poco responsable» y «poco prudente» y acusó al anterior diputado general Markel Olano (PNV) y al diputado de Hacienda, Pello González (Hamaikabat) de «no hacer caso de las previsiones de los técnicos del departamento».

En este sentido, explicó que la partida para políticas sociales presupuestada para 2011 «era 13,5 millones inferior a la que se gastó en 2010, y no se incluyeron, por ejemplo, la extensión de la ley de dependencia a nuevos colectivos o el impacto de los convenios de centros de tercera edad».

En lo que se refiere al capítulo de ingresos, la diputada censuró que para 2011 se previera un incremento de la recaudación tributaria del 7%, «haciendo caso omiso a los técnicos, que lo veían excesivo en un contexto de crisis económica, y limitaban el aumento a un 4%».

Las liquidaciones del primer semestre de 2011 han venido a confirmar las previsiones de los técnicos, ya que los ingresos se han incrementado en torno al 4,4%, aunque la diputada alertó de que en el comienzo del segundo semestre se ha producido un fuerte bajón que deja un saldo negativo acumulado del 3,5%, fundamentalmente por el mal comportamiento del IVA.

No obstante, Helena Franco puntualizó que ello se debe también a que el Gobierno español ha decidido «unilateralmente» no realizar el pago de las cantidades relativas a los ajustes del IVA y los impuestos especiales de julio. A su juicio, ello supone aplicar «una actualización del Cupo aplicando sus propios criterios y sin discutirlo en los foros correspondientes, como la Comisión Mixta del Concierto».

Denunció asimismo que el Gobierno de Zapatero ha comenzado a descontar las cantidades que deben las haciendas vascas por el caso Rover, un pago que, según dijo, «aún no se había decidido cómo materializar».

Prioridad a los gastos sociales

La diputada foral de Hacienda resaltó que esta situación «nos ha obligado a hacer una nueva estimación», según la cual la recaudación tributaria puede verse reducida este año en torno a un 8,5%, es decir, 336 millones menos respecto a los 3.940 millones previstos cuando se elaboraron los presupuestos.

Ante esta situación, mostró la intención de su Departamento de «coger el toro por los cuernos» y anunció que lo primero que harán será reordenar el gasto «para dar prioridad a los gastos sociales y a los relacionados con el fomento del transporte público», al considerar que «los más perjudicados por la crisis no son los que tienen que pagar sus consecuencias».

Asimismo, adelantó que paralizarán algunas partidas cuya ejecución aún no se había iniciado, al encontrarse en fase presupuestaria, principalmente en el capítulo de inversiones en infraestructuras. A preguntas de los periodistas, la diputada de Movilidad e Infraestructuras, Larraitz Ugarte, especificó que se «retendrán» algunas partidas referidas a las variantes de Zarautz o Irun, al corredor de Hernani y Andoain y a algunos bidegorris e infraestructuras hidrológicas.

Franco subrayó que se trata de una «paralización técnica por problemas presupuestarios» por un periodo de cuatro meses y que posteriormente se volverá a revisar la situación.

Anunció asimismo que no es intención de la Diputación de Gipuzkoa recurrir a más endeudamiento, aunque precisó que aún faltan cuatro meses para finalizar el año y que pueden llegar imprevistos que tal vez lo pudieran hacer necesario.

En cualquier caso, sí mostró su intención de actuar con una prudencia máxima. «Preferimos que las estimaciones se queden un poco cortas y, si después la situación mejora, todos saldremos beneficiados». «La situación no es alarmante pero sí delicada y peor de la que esperábamos encontrar», reconoció.

Helena Franco destacó que esta caída de la recaudación repercutirá igualmente en los ayuntamientos, ya que la aportación al Fondo Foral de Financiación Municipal se reducirá en 44 millones.

Por ello, subrayó su disposición a adoptar las decisiones «de forma consensuada» con las instituciones afectadas y anunció que darán cuenta de ello en la próxima sesión de las Juntas Generales.