Barcina propondrá al PP un acuerdo para el 20-N que Sanz no contemplaba
La presidenta de UPN, Yolanda Barcina, agita las aguas del partido con una oferta inesperada al PP para ir juntos a las elecciones del 20-N, tres años después de la ruptura del pacto. Lo anunció anoche en Cadreita.
R.S. | IRUÑEA
La presidenta de UPN, Yolanda Barcina, llevaba una gran sorpresa debajo del brazo al tradicional acto de inicio de curso celebrado por su partido anoche en Cadreita. Según anunció, tratará con el PP un «posible acuerdo» para concurrir juntos por Nafarroa a las próximas elecciones estatales. Su apuesta se puede entender como una desautorización de la línea marcada por su antecesor, Miguel Sanz, que en 2008 rompió el pacto que había unido a UPN y PP desde el año 1991.
La propuesta también tiene otros dos elementos de interés añadido. Por un lado, supondría que UPN apoya en las urnas al PP en su pugna directa por La Moncloa con el PSOE, con lo que el partido de Barcina entraría en conflicto directo con su socio de gobierno del PSN, si bien esa misma situación se vivirá también en la CAV con el Gobierno de Patxi López. Por otro, la idea refleja la alarma de Yolanda Barcina por una eventual suma de fuerzas abertzale en Nafarroa. A la espera de lo que depare el acercamiento entre izquierda abertzale, EA y Alternatiba, por un lado, y Aralar, por otro, la presidenta navarra ya manifestó hace unos días su temor de que esta unión podría ser la lista ganadora el 20-N.
De hecho, Barcina justificó ayer su idea en la conveniencia de «no desperdiciar ni un solo voto» y en el deseo de que UPN sea «la voz de Navarra en el Congreso». Habrá que ver cuál es la receptividad del PP, pero parece probable que no tenga inconveniente en formar una coalición que engordaría las opciones de Mariano Rajoy.
En su intervención, Barcina dijo estar «segura» de que «numerosos ciudadanos» de Nafarroa «agradecerán» esta reunión de fuerzas.
Las dudas de UPN
La propuesta de Barcina sorprende dado que nadie la había barajado hasta el momento, sino más bien al contrario: existía ya un debate abierto en el partido sobre la conveniencia de conformar una candidatura fuerte que no perdiera terreno frente al PP, al que evidentemente favorece una pugna electoral de ámbito estatal.
En cualquier caso, en el seno de UPN era notoria la preocupación por el saldo que podrían ofrecer estas elecciones, dado que su partido y el PP nunca se han enfrentado de modo directo en unas estatales. Como dato significativo añadido, UPN renunció a presentar candidatura para las europeas de 2009.
UPN y PP llevaban tres años separados totalmente después de que Miguel Sanz rompiera la fusión de 1991, en una maniobra destinada a allanar el terreno a un pacto estable con el PSN.
Miguel Sanz barajaba sólo la opción de acudir en solitario y se autopostuló incluso para liderar la lista de UPN, aunque hace unos días ya matizó que no tenía respuesta de la dirección ni se sentía muy animado.
Barcina justificó su apuesta en que no se debe perder «un solo voto». Antes ya alertó de que si se produce la suma de fuerzas abertzale, esta opción podría ser la primera fuerza en el herrialde el próximo 20-N.