La Liga Arabe llevará a Damasco su mensaje en plena fiebre represiva
El secretario general de la Liga Arabe Nabil al Arabi espera viajar en breve a Damasco para expresar la «preocupación» de los países miembros de la organización panárabe por lo que ocurre en Siria, donde la represión causó al menos dieciséis víctimas mortales más el domingo, según informan los opositores. El ex vicepresidente sirio pidió ayer una intervención militar extranjera, como la que sufre Libia.
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Nabil al Arabi anunció a la prensa ayer, en la sede de la organización panárabe en El Cairo, que Damasco aceptaba que él visite Siria, adonde esperaba viajar «esta semana». «Expresaré la preocupación árabe y escucharé», agregó.
El pasado 28 de agosto, Arabi había indicado que esperaba el acuerdo de Siria para viajar a Damasco y presentar una iniciativa árabe para favorecer una salida de la crisis en este país. Ese día, los estados miembros de la Liga habían pedido al secretario general «que efectúe una misión urgente en Damasco y transmita la iniciativa árabe para resolver la crisis en la dirección siria», sin desvelar el contenido de dicha iniciativa.
También instaron a Damasco a «acabar con el derramamiento de sangre y a seguir el camino de la razón antes de que sea demasiado tarde», respetando las «aspiraciones legítimas a reformas políticas y sociales» del «pueblo sirio». Por su parte, El Arabi había asegurado que «el recurso a la fuerza» para reprimir las revueltas en el mundo árabe era «inútil», en una clara alusión a Siria.
Muertos y detenidos
La ONU calcula que las manifestaciones y la represión en Siria han causado al menos 2.200 muertos desde el comienzo de las movilizaciones contra el régimen a mediados de marzo, en su mayoría civiles. Según indican militantes opositores, más de 10.000 personas fueron detenidas en esos meses.
En Moscú, el canciller ruso Sergei Lavrov, en una rueda de prensa brindada con su par brasileño Antonio Patriota, estimó que el grupo de cinco países emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se opone a que se repita en Siria lo ocurrido en Libia, que es precisamente lo que comienzan a plantear algunos ex gobernantes, ahora opositores, en Siria.
Según Lavrov, «si todo dependiera de los BRICS, no se repetiría lo ocurrido en Libia», donde una rebelión armada derrocó al coronel Muamar al-Gadafi con apoyo de la OTAN, que llevó a cabo intensos bombardeos.
«Proponemos que el Consejo de Seguridad de la ONU exija con firmeza a todas las partes involucradas en el conflicto que respeten los Derechos Humanos y empiecen a dialogar», afirmó.
El ex vicepresidente
El ex vicepresidente sirio Abdel Halim Jadam instó a los jóvenes que protagonizan las manifestaciones a que pidan una intervención militar internacional para acabar con el régimen. «Algunas voces de la llamada oposición pidieron que se envíen observadores internacionales en lugar de una intervención militar (...) para cubrir sus posiciones derrotistas», dijo Jadam en una carta abierta cursada a los activistas sirios, según Efe.
El antiguo alto responsable sirio aseguró que la intervención militar «no quiere decir una ocupación, porque ha pasado ya la época del colonialismo, sino una manera de ayudar a la gente a deshacerse de sus regímenes represivos y corruptos».
«Imaginad: si la oposición libia no hubiese pedido la intervención militar internacional, ¿qué hubiera hecho Muamar al Gadafi con la revolución de Libia y con el pueblo libio?», se preguntó. Además, Jadam pidió a la oposición siria en el extranjero que preste apoyo político, financiero y mediático a la revolución en su país, en lugar de «instrumentalizar la sangre de los mártires para alcanzar objetivos oportunistas».
Según los datos ofrecidos por Omar Idlibi, portavoz de los Comités Locales de Coordinación (LCC), un movimiento que fomenta la actual protesta contra el régimen del presidente Bashar Al Assad, al menos 12 personas murieron desde la noche del sábado y se registraron detenciones y redadas en las casas de los opositores.
Entre las víctimas se encuentra un joven de 21 años que murió ayer en Telbisa, en la provincia central de Homs, después de que el pasado viernes resultara herido por disparos de las fuerzas de seguridad mientras participaba en una manifestación.
Además de estas muertes, cuatro personas fallecieron en Idleb, una de ellas a consecuencia de las torturas que sufrió, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.
En Homs, además, al menos 15 personas resultaron heridas por disparos de las fuerzas policiales sirias mientras que otras 17 fueron detenidas durante una campaña de redadas en diferentes viviendas.
La agencia oficial siria Sana anunció ayer que seis militares y tres civiles murieron en una emboscada contra el Ejército tendida por una «banda armada» en el centro del país. Según dicha fuente, el enfrentamiento tuvo lugar en la localidad de Muhrada. Fuentes militares citadas por la agencia indicaron que unos supuestos «terroristas» abrieron fuego contra un autobús que transportaba a varios oficiales y civiles a la altura del puente de Sarut, en una carretera cercana a Muhrada, lo que causó la muerte de seis militares y tres funcionarios civiles y heridas a otras diecisiete personas.
Posteriormente, las fuerzas de seguridad persiguieron a los autores del ataque y mataron a tres de ellos durante un tiroteo que también dejó herido a un policía. Según la agencia Sana, los agentes recuperaron el coche utilizado en la emboscada, que contenía cuatro fusiles de asalto Kalashnikov, explosivos y materiales médicos.
Desde que comenzara la revuelta popular en marzo pasado, el régimen sirio justifica la represión contra los opositores que piden la salida de su presidente, Bashar al Assad, tildándolos de «grupos armados terroristas». El activista de los Comités de Coordinación Local Hozam Ibrahim explicó que muchos de estos ataques son ideados por las mismas fuerzas de seguridad para castigar las deserciones internas o poner de su lado a la opinión pública. Ninguna versión pude ser verificada de forma independiente debido al estricto bloqueo informativo impuesto en el país. GARA