A pesar de haber conseguido todas las txapelas posibles en Segunda, a comienzos de este verano Mikel Olaetxea veía lejos la posibilidad de consagrarse entre los estelaristas. En setiembre, el de Lizartza no ha podido estrenarse en un torneo estival, pero por lo menos ha comprobado que, a poco que le programen con un zaguero solvente, es capaz de competir con cualquier adversario.

Ayer en Irunberri, al guipuzcoano le tocó enfrentarse a Oinatz Bengoetxea en los cuadros alegres y salió victorioso tanto en la lucha individual como en la general. Especialmente en el arranque del partido, aprovechando que sus rivales parecen llevar el depósito en reserva, Olaetxea sacó a relucir su repertorio rematador para firmar un total de 14 tantos en juego, ocho de ellos de aire.

Tras un inicio arrollador por parte de los azules, los más veteranos fueron paulatinamente metiéndose en el partido, logrando que el protagonismo del delantero guipuzcoano decreciera y acercarse en el marcador a tres tantos (16-19). No obstante, nunca parecieron en disposición de ganar el partido.