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Walter Bonatti, una de las grandes figuras del alpinismo, se ha ido
El histórico alpinista italiano falleció el pasado martes en Roma a los 81 años de edad. A pesar de retirarse del alpinismo de alto nivel a los 35 años, su trayectoria ha sido siempre una de las grandes referencias.
Andoni ARABAOLAZA
«Viví durante 17 años el alpinismo extremo, es decir, al límite; y así, antes o después, tienes un problema. Salir vivo es una demostración de haber hecho todo en regla. Hasta los 18 años siempre fui andando; a esa edad realicé mi primera escalada, y ya no lo dejé».
Lo dijo Walter Bonatti y, en gran medida, esas palabras las podemos utilizar como resumen de la trayectoria de este personaje clave en la historia del alpinismo. Si sumamos las dos cifras mencionadas en la cita, observamos que Bonatti dejó el alpinismo de alto nivel a los 35 años: «Estaba en el máximo. Es grave que no se comprenda, ya que el alpinista es un hombre de aventura y debería entender que el mundo no es sólo la montaña. Las montañas son cosas preciosas, pero el mundo entero lo es mucho más».
A pesar de su temprano abandono de esta práctica, Bonatti fue sin ningún lugar a dudas una de las más importantes referencias del alpinismo, y siempre lo seguirá siendo, a pesar de que el pasado martes murió en Roma a la edad de 81 años.
Y, aunque sea una simple anécdota, murió justo a los dos días del segundo derrumbe de su «Pilar». El primero ya dejó más que «malherida» la vía, el Pilar suroeste o Pilar Bonatti del Dru que abrió en solitario en 1955. Con permiso de Bonatti, uno de sus tres grandes hitos. Una apertura que le llevó cinco días con sus correspondientes cinco vivacs. El escalador o alpinista que haya recorrido esta obra de arte entenderá de veras lo que ha supuesto Bonatti para la historia del alpinismo.
El gran clásico-moderno
Ya que hemos citado uno de sus tres hitos, no queda más remedio que citar los otros dos: la cima conseguida en el Gasherbrum IV junto a Carlos Mauri en la expedición de Cassin de 1958. Sí, en un casi ochomil, con una ruta, la «clásica» de la montaña, que apenas recibe repeticiones. Y, cómo no, la solitaria invernal en la norte del Cervino en 1965.
Concretamente, firmó esa actividad con 35 años, la edad en la que Bonatti decidió cerrar las puertas al alpinismo. Menudo final: solo y en invierno, abriendo una dura ruta en la cara norte de Cervino. El propio Bonatti confirmaba su gran éxito: «Fue el resultado de las experiencias que había acumulado en las demás escaladas. Fue fruto de mi pirámide de experiencias; acumulé todo lo que la montaña me había enseñado para defenderme y prevenir los peligros».
Las citadas tres escaladas no son mas que tres ejemplos significativos de esa espectacular trayectoria firmada por el gran clásico-moderno del alpinismo. Y justamente por esa trayectoria en la montaña, plagada de auténticas aportaciones, recogió en el 2009 un gran reconocimiento: el Piolet d´Or.
Se ha ido Bonatti, el creador del estilo moderno, el amante del alpinismo limpio, sincero y ético. Se ha ido el gran alpinista clásico, pero lo ha hecho después de dejarnos un impresionante legado de vías abiertas en la década de los años 50 e inicios de los 60.
Fue uno de los personajes claves en la historia del alpinismo. Creador del estilo moderno y amante de un alpinismo limpio, sincero y ético.