Las campas de San Juan de Muskiz se convierten en un cuidado escaparate del agro
A pesar de la lluvia las campas muskiztarras de San Juan se volvieron a llenar, una vez más, para ser uno de los referentes de los productos del agro. Buenos manjares acompañados de una muestra ganadera fueron los grandes atractivos de la mañana.
GARA |
La meteorología adversa no impidió que miles de personas se acercaran ayer hasta una de las ferias más destacadas en Bizkaia, la que tiene lugar desde hace 29 años en las campas muskiztarras de San Juan. Vecinos y forasteros disfrutaron por la mañana, a pesar de la lluvia, del extenso programa de actividades, amén del cuidado escaparate de productos del agro, muchos de ellos de la propia localidad o de Enkarterriak.
Muskiz volvió a ser cita inexcusable para miles de personas dispuestas a no amilanarse ante la lluvia y participar en uno de los mercados agrícola más importante de todo Bizkaia, en el que destacó la calidad de los productos de la huerta, txakoli, chacinería, queso, miel, pan, pastelería y conservas.
Además, no fueron pocos los que aprovecharon la ocasión para adquirir un queso de Idiazabal, alguna botella de txakoli, unos buenos dulces o el socorrido pan en alguno de los numerosos puestos que ocuparon las campas de San Juan.
El centenar de expositores estuvieron allí, al pie del cañón, atendiendo a los compradores, aunque como se viene repitiendo año tras año, no sólo en esta cita de Muskiz, volvieron a quejarse de que los clientes quieren adquirir productos de alta calidad, cultivados y producidos con mimo a un precio bajo, y eso no es posible, ya que muchos de los baserritarras tienen en ello su modo de vida y subsistencia.
Recordaron además que su apuesta por los modos tradicionales es una manera de preservar el maltrecho medio natural y la cultura de este país. En medio, de nuevo, varias txosnas de colectivos locales se encargaron de saciar la sed y apetito de los participantes en la feria, ofreciendo talo, morcilla, chorizo, sidra y txakoli.
Atractiva muestra ganadera
No faltaron en las campas de San Juan decenas de cabezas de vacuno, algunas dedicadas a la producción de leche y otras a la carne, además de ovejas y cabras, a resguardo bajo una carpa de las inclemencias del tiempo y que fue lugar de especial interés para los más txikis. Tampoco se olvidaron de ver las aves expuestas -diferentes especies de gallinas-, cerdos y animales cada vez menos exóticos por estos lares como las llamas.
Muy cerca, junto al frontón, se situó la muestra de maquinaria agrícola, así como los puestos en los que se exponían diferentes artículos de artesanía. Comercios locales aprovecharon el mercado para poner a la venta algunos productos a precios muy ventajosos.
Entre las actividades ya tradicionales en la feria, el concurso de caballos y exhibición de doma con la Hípica Zahori de Faltzes, que concitó el interés del público por la belleza de los ejemplares que participaron una edición más y la destreza de quienes llevaron a cabo lo lances con los animales. Los más jóvenes pudieron disfrutar de paseos en poni.
Otro clásico en Muskiz fue la exhibición canina en la bolera, a cargo del centro de adiestramiento Txakurbai de Meñaka y a cuyo frente está el campeón de mundo de la modalidad, Ricardo Salazar.