alpes | Repetición
Suma y sigue de Pau Escalé en el alpinismo de serac
El alpinista catalán Pau Escalé se hace con la primera repetición estatal de la línea «Poisson d´avril» (V/5+, 400 m) abierta por Gabarrou, Farina y Marlier en el 2002, y que se encuentra en la cara norte de las Jorasses. Una ruta de siete tiradas; dos de ellas de hielo de serac.
Andoni ARABAOLAZA
«No puedo decir que sea para empezar la temporada, porque no creo que la haya terminado este año». Con esas apreciaciones Pau Escalé daba a conocer a GARA su última actividad. Cómo no, una actividad que le ha llevado a escalar otro serac, el sexto de su trayectoria.
Y es que el alpinista catalán sigue sumando nuevas aportaciones al alpinismo de serac. Por las informaciones sobre Escalé que publicamos en estas páginas, el lector seguramente ya tiene constancia de lo que este inquieto escalador de duras líneas de hielo firma aquí y allí.
Como bien nos informaba en su momento, Escalé decidió realizar una muy interesante transición hacia el alpinismo de serac. Una práctica que tuvo un gran auge en los Alpes, pero que hoy en día, sobre todo entre los representantes del alpinismo en el Estado español, sólo cuenta con el alpinista catalán como, por lo que sabemos, único representante de altura.
Fiel a su filosofía, Pau Escalé nos ofrece de nuevo una aportación en ese mundo. Tras informarse debidamente, en esta ocasión se decantó no por una nueva apertura de un serac, sino por la repetición de una línea que, aparte de estar algo olvidada, disfruta de mucho prestigio por los nombres de sus aperturistas. Nos referimos a los grandes Patrick Gabarrou, Massimo Farina y Ezio Marlier.
Fue durante el pasado mes de agosto cuando el protagonista de estas líneas realizaba la primera repetición estatal de «Poisson d´avril» (V/5+, 400 m). Una línea de siete largos, dos de ellos en hielo de serac, que se encuentra en el col de Hirondelles, entre los Petits y Grandes Jorasses; en plena cara norte.
Tal y como nos adelanta Escalé, esta escalada le ha calmado en parte esa sed que tiene de hielo: «Este tímido verano ha dado suficiente de sí como para que mi imaginación no dejara de perseguirme. Necesitaba una vez más unos días en los Alpes para poder calmar un poco mi sed de hielo. Hice un intento en junio, y en julio otra vez -rememora-. A mediados de agosto no aguanto más y me voy solo a los Alpes para buscar unas vías que tenía en mente. No encuentro el paso en el helero, y resignado me conformo con visitar la cara norte de las Jorasses y escalar por Leschaux y Mer de Glace».
Bonita vía
Tras analizar debidamente las fotos que realizó durante ese viaje, el alpinista catalán convece a dos colegas para que le acompañen en el objetivo que se había marcado en su especial lista de seracs. Miquel Arenyas y Molist son los amigos que se apuntan a la aventura. Dos amigos que, como nos asegura Escalé, nunca han escalado en hielo. Una vez en Mer de Glace, el anfitrión enseña a sus amigos de cordada cómo atarse los crampones. «Había que empezar por lo primero».
Después de un período de «aclimatación» abriendo huella, sorteando grietas que caían más de 60 metros desplomados para abajo, y buscar el camino hacia la base de la vía, el trío se pone en marcha.
Para las 8.30 de la mañana se encuentran escalando la rimaya de entrada. Mientras que Molist decide no seguir, sus dos compañeros prosiguen con la escalada. «Todo va perfecto, el hielo es durísimo y en un largo bastante vertical tengo que escalar por encima de mi compañero -relata Escalé-. Le indico que se proteja con la mochila de los trozos de hielo que le tiro al progresar... Trozos del tamaño de un televisor le pasaban silbando por todas partes. Llegamos al collado de Hirondelles a las dos de la tarde en punto», explica.
De esta forma, Escalé (siempre liderando la actividad) se hacía con la repetición de «Poisson d´avril», una línea del gran trío de alpinistas antes mencionados. 400 metros de línea y dificultades de V/5+. Siete largos en total, dos de ellos en hielo de serac: «Es una bonita vía que, para escalarla en pleno agosto, no está nada mal. Su aproximación es larga y complicada, y a todo ello hay que añadir la exposición del propio serac, con bastantes caídas de piedras de las bandas. Por las informaciones que he contrastado, creo que se trata de la primera repetición estatal de la línea. Ya cuento con mi sexto serac. Asimismo, quiero felicitar a mis dos compañeros por su empeño durante esos cuatro días que duró el viaje».
A pesar de tener al lado un colega sin experiencia en esas lides, el descenso de la vía transcurrió sin ningún incidente: «Cuando Miquel llegó a la reunión, yo ya tenía el primer Abalakov montado. Le enseñé con un par de tirones fuertes que esto no hay quien lo arranque y, ante su mirada de asombro, desaparecí para abajo. Seis rápeles más y llegamos a la primera reunión, donde esperaba ansioso nuestro amigo Molist. Un rapel más, otros en la grieta, y llegamos a la tienda. Todo salió perfecto». Sobre la compañía que tuvo, que a muchos le resulta sorprendente, Escalé ha señalado que no pudo convencer a nadie más: «Otros amigos dudaron o tenían cosas mejores cuando les dije si venían conmigo a escalar en hielo en verano. Intenté convencer a muchos que escalan en hielo para ir y probarlo. Sólo puedo decir que tanto Molist como Miquel se dieron la oportunidad de creer, creer en ellos y en lo que queríamos hacer».
De esta forma, y con estas conclusiones ,terminaba el nuevo objetivo (esta vez cumplido) del alpinista catalán. Como dice el protagonista, nada mal para el «comienzo de temporada»: «Creo que no importa mucho si es verano o invierno. Esto es un pequeño ejemplo de que todo lo tenemos dentro. No hace falta mucho frío para escalar en hielo. Antes, en agosto, también se practicaba la escalada con piolets y crampones. Hoy en día, en cambio, parece una locura hablar de hielo en verano».
«Poisson d´avril» es el sexto serac que el alpinista Pau Escalé ha firmado. Una línea de 400 metros y dificultades de V/5+
Al parecer, se trata de la primera repetición estatal de la vía abierta en el 2002 por Patrick Gabarrou, Massimo Farina y Ezio Marlier