Mikel INSAUSTI

El segundo largometraje de Sarah Polley es mucho más ligero y menos pretencioso que su ópera prima “Lejos de ella”, de lo cual me alegro. Tampoco es tan rematadamente indie como se podría esperar de ella, puesto que el tema central es la canción de Leonard Cohen que da título a la película.

“Take This Waltz” es una agradable comedia romántica, que se le indigestará a quienes no soportan el género, ni siquiera en su vertiente intimista. Harían bien en fijarse que cuenta la historia de una infidelidad, algo impensable en las producciones de Hollywood, esas mismas en las que participan habitualmente Michelle Williams y Seth Rogen, aquí liberados de la dictadura del consabido final feliz y conservador que obliga a la mujer infiel a arrepentirse de su aventura y volver con el hombre con quien se casó, con razón de más si éste cocina para ella.

No sucede eso, sino todo lo contrario, porque la protagonista consigue superar sus problemas psicológicos de indecisión, y se va con el otro, que es el vecino de enfrente. A su favor, el amante tiene que no se pasa el día en la cocina, ya que realiza su trabajo al aire libre y está mucho más en forma, lo que le permite practicar una vida sexual muy activa.

La gracia está en cómo la chica consigue dejar atrás sus miedos, bien practicando gimnasia en la piscina junto a mujeres de todas las edades, o bien montando en una atracción en la que suena a todo volúmen “Video Killed the Radio Star”. También hay un puntual y divertido homenaje a “Cuando Harry encontró a Sally”.