Nestor Salaberria Sortzen Ikasbatuaz
La zorra al cuidado del gallinero
Diez son los mandamientos que casi todo el mundo conoce y que hay que respetar. Sin embargo, la religión católica ofrece la posibilidad del perdón mediante la confesión. Así que nos encontramos con que se predica una cosa pero se hace la contraria confiando en que ese incumplimiento no pase factura.
Bien conoce esto el nuevo consejero de educación del Gobierno de Navarra, el señor Iribas, ya que pertenece a una secta integrista de la susodicha religión: Comunión y Liberación. Así es que tenemos a una persona que matricula a sus descendientes en la escuela concertada defendiendo (es un decir) la calidad de la escuela pública. Primera contradicción.
Pero especialmente llamativa nos ha resultado la contradicción entre predicamento y realidad que ha ejercido ultimamente a resulta de los recortes educativos impuestos por su departamento. El Sr. consejero pedía a los nueve sindicatos de educación, a las dos federaciones de apymas de la pública, al profesorado y a las asociaciones que agrupan a las personas con necesidades especiales, y a una gran parte de la sociedad que se opone a sus recortes, nada más y nada menos que responsabilidad. ¿Es responsable el consejero cuando da la orden a varias escuelas de no recibir más matriculas, creando grupos de 26? ¿Supone responsabilidad crear espacios insufucientes para las necesidades de los centros o directamente no construirlas y tener al alumnado hacinado? ¿Cómo se entiende que nuestra comunidad se endeude durante decadas para construir un TAV de dudosa utilidad mientras se descuida la educación pública? ¿Y extender un modelo fraudulento en inglés sin medios materiales ni profesionales suficientes mientras se sigue arrinconando al euskara?
A pesar de estos y otros muchos problemas que está creando, el consejero Iribas se atreve a asegurar que los recortes no afectan a la calidad y que no entiende de que se queja toda la comunidad educativa. Si el Sr. consejero no entiende las quejas y preocupaciones de toda la sociedad por el futuro, a lo mejor ha llegado la hora de poner al frente de la consejería a alguien más zorro que entienda y se implique enteramente por la educación pública de calidad.