La temporada oficial de traineras acabó el domingo en Portugalete con la última jornada puntuable de la Liga San Miguel. La victoria de Kaiku y la celebración posterior puso punto y final a una temporada intensa que deja un buen sabor de boca en el aspecto deportivo pero varias cuestiones preocupantes en el ámbito extradeportivo. Un hecho que, desgraciadamente, es crónico en el mundo del remo.

«La liga ya preveíamos que iba a ser un poquito tensa en cuanto a lo extradeportivo, como así ha sido. Pero en cuanto a lo deportivo ha sido una liga ganada por el mejor equipo, el más constante y el que mejores resultados ha obtenido. En ese sentido, Kaiku ha merecido ganar y hay que felicitarle. Además, el nivel deportivo que ha mostrado el resto de equipos ha sido excelente y ha habido embarcaciones que también han conseguido muy buenos resultados, como Urdaibai, Hondarribi o Tirán», resume como introducción Peter Bravo, presidente de la Asociación de Clubes de Traineras (ACT) que organiza la Liga San Miguel masculina y la Liga Euskotren femenina.

Unas competiciones que, a su parecer, han brillado con luz propia por la emoción que las ha caracterizado. «En la lucha por no descender ha habido más emoción a última hora. Aunque Kaiku no ganara la liga matemáticamente hasta Bermeo, había un colchón de puntos importante, pero por la parte baja había más emoción, para ver quién disputaba el play-off y quién no, incluso para decidir el octavo puesto que daba opción a remar las dos últimas regatas. Y este fin de semana, con la disputa del play-off, también ha habido mucha emoción para decidir qué equipos compondrán la liga la próxima temporada», destaca un Bravo que se olvida de la cerrada lucha que mantuvieron Getaria-Tolosa y Galicia en la liga femenina.

Burdeos no se olvida

Aunque hayan pasado ya más de tres meses, un balance de la Liga San Miguel 2011 no puede entenderse sin un análisis sobre la suspensión de las dos regatas inaugurales que debían disputarse en Burdeos. «De ahí también hay que sacar lo positivo. Una vez leí en un libro que revolcarse en el fango no es la mejor manera de limpiarse. Es decir, cuando hay un error lo que hay que hacer es ser autocrítico con uno mismo, intentar no repetirlo y aprender para el futuro. Es lo que intentamos hacer. Cuando los doce clubs nos reunimos después de la regata de Burdeos fuimos autocríticos y eso es lo más positivo. Aprendimos que el exceso de ilusión muchas veces te ayuda pero otras veces te hace perder la perspectiva. Y creo que es lo que no hay que hacer. En ese sentido, el proyecto que había en Burdeos era bueno, era una apuesta importante, pero desgraciadamente a veces las apuestas no salen bien, y en esta ocasión salió mal. En el futuro tenemos que ir más a lo seguro».

Es la conclusión a la que ha llegado un Peter Bravo que, por lo demás, se felicita por el buen trabajo organizativo desarrollado a lo largo de la temporada: «Este año el tema de balizaje creo que ha ido bastante bien. En eso hemos tenido suerte, porque el año pasado también pusimos los medios pero no siempre acompaña la fortuna. En el tema organizativo, salvo lo de Burdeos, todo ha ido bien. Lo que hicimos fue levantarnos de esa caída y dar un paso adelante».

A vueltas con el «caso Urdaibai»

Sin duda, el otro punto caliente que ha marcado la campaña de traineras ha sido el «caso Urdaibai», y el mal ambiente que ello ha creado, sobre todo, entre el club de Bermeo y Kaiku. Los últimos sucesos vividos en la localidad vizcaina, donde miembros de Kaiku tuvieron que salir escoltados por la Ertzaintza, dejan un gusto amargo que empaña las preciosas regatas que se pudieron ver en el agua tanto el sábado como el domingo.

«No hay que negar la mayor ni lo evidente. El ambiente ya era tenso desde el principio de temporada y entonces ya hicimos un llamamiento a la calma. El otro día hubo unos incidentes que no deben repetirse. Creo que la solución está en cada uno de nosotros. Cada persona y cada aficionado tenemos que ser responsables con nosotros mismos. Tenemos que tener en cuenta que esto es un deporte y hay que tomarlo como tal. Ahí están las instituciones, los clubs... y todos tenemos que hacer un llamamiento. Entiendo que hay una situación difícil, hay una investigación judicial de por medio, pero hay que dejar que los jueces hagan su trabajo y dictaminen una decisión», opina Bravo sobre un tema delicado para la ACT.

Se trata de un proceso judicial que puede tener consecuencias personales para varios miembros de Urdaibai, pero también más generales para el club bermeotarra, la Liga San Miguel y otros clubs que dependen de la decisión final para conocer su futuro. Es el caso de Camargo, Orio y Zierbena, que no saben a ciencia cierta si remarán el año que viene en la máxima categoría.

«Entiendo la preocupación de los clubs y somos conscientes de que las plantillas tienen que estar conformadas lo antes posible. Pero el tema ya no depende de nosotros. Las cosas son así de claras. A mediados de julio ya se sabía que, en lo que respecta a la ACT, los pronunciamientos del juez único no se iban a tomar hasta concluir la investigación judicial. Todavía no sabemos cuando ocurrirá eso. La gente que ha acudido al play-off sabía en qué condiciones se iba a encontrar y eran conocedores de la resolución del arbitraje en el que se dictaminó por todas las partes que cuando concluya la instrucción el juez único se pronunciará en la ACT, nunca antes del 30 de setiembre. Cuando termine, trasladaremos toda la documentación al juez único para que realice el correspondiente expediente y veredicto, sea el que sea», explica Peter Bravo con decisión.

Un proceso que, como reconoce el propio presidente, influirá mucho en la continuidad o no de la actual Junta Directiva al frente de la ACT y los posibles cambios que se puedan introducir en la asociación. De momento, Bravo admite que uno de los temas pendientes es analizar los problemas creados en algunos campos de regatas, como el de Portugalete por ejemplo, para que no se repitan en el futuro.