Raimundo Fitero
Falta moral
Lo de las audiencias televisivas es un asunto que se controla y produce sorpresas en todos los territorios donde se implantan los audímetros y en los que se cuenta los porcentajes para varios usos al servicio de la publicidad, las decisiones programáticas o el valor de algunos personajes. En la televisión francesa, la otra tarde-noche dominical, Dominique Straus Khan apareció en una larga entrevista y consiguió ser el espacio más visto del día. Así de sencillo. Esto significa que estos asuntos de la entrepierna, el poder, el dinero, la política, tienen un interés social que escapa a cualquier lógica cartesiana. Y nadie puede dudar que conseguir esta entrevista es un logro de la cadena que lo emitió y de la entrevistadora que lo hizo.
Probablemente se quieran contextualizar estos resultados de audiencia en términos de interés político ya que DSK parecía el único capaz desde las filas de un enredado PSF de hacer frente a Sarkozy y disputarle en las elecciones presidenciales la supremacía. Pero su turbio asunto en un hotel neoyorkino le ha apartado de su carrera financiera, excluido de las primarias para ser elegido candidato, y por lo tanto, si entramos en una teoría de la conspiración, los servicios secretos que habrían cumplido deseos del marido de Carla Bruni, han funcionado a la perfección. Nada queda fuera de la sospecha, porque el asunto es todo, menos algo claro y asumible en una primera lectura. Ni siquiera esta entrevista que mencionamos.
De la entrevista, larga, alambicada entrevista, todos los medios de comunicación han extraído una frase que resume su planteamiento defensivo. Reconoce una relación sexual con la camarera, consentida por ella, sin violencia ni abuso, y su único delito, sería a su entender, «una falta moral». Y ahí empiezan las explicaciones ya que según él ha fallado moralmente a su mujer, su familia, a quienes confiaron en él y, sobre todo, «a los franceses que pensaban que podía representarles». Hay que aprender de estos grandes cínicos. Despachó su afición a mantener relaciones extramatrimoniales con un simple gesto. Tomemos nota: podía haber sido el presidente de la República francesa. Así está el mundo.