La directora de Emakunde, María Silvestre, se basó en la mejora de la eficiencia y de la eficacia para explicar la adscripción plena de la Defensoría para la Igualdad de Mujeres y Hombres en Emakunde. Silvestre compareció ayer ante la Comisión de Políticas Sociales, Trabajo e Igualdad del Parlamento de Gasteiz para explicar este cambio, que supondrá un ahorro anual de 500.000 euros, manteniendo sus funciones y reforzando la estructura.

La Defensoría para la Igualdad de Mujeres y Hombres se configuró como un órgano con un funcionamiento autónomo respecto a la Administración, aunque con dependencia presupuestaria de Emakunde.

Según Silvestre, la naturaleza jurídica de la Defensoría resultaba «bastante extraña», dado que «es un órgano que pretende ser autónomo e independiente», pero cuyo responsable es designado por el lehendakari en lugar de por el Parlamento y que depende económicamente de Emakunde.

Si bien reconoció que el cambio podría suponer la pérdida de «un referente simbólico», defendió que permitirá ampliar la estructura de personal técnico asesor para las funciones más relacionadas con la atención directa, y contará con la infraestructura de Emakunde para la realización de informes, estudios y generación de datos, «donde existía un claro solapamiento de funciones», y, en consecuencia, «se gastaba dos veces en lo mismo», lo que suponía «un mal uso del dinero público».

Silvestre dijo que le hubiese gustado una reforma más en profundidad, que recogiese el nombramiento del responsable de la Defensoría por parte del Parlamento y no por el lehendakari.