Helena Franco, que compareció en la Comisión de Hacienda de las Juntas Generales a petición de Aralar y PNV para informar del desajuste presupuestario de 101 millones detectado por el Gobierno foral, hizo públicas las líneas generales de su departamento para esta legislatura.

Durante su intervención, la diputada explicó que «ajuste» será la palabra clave de la política de su departamento para los próximos años, ya que la «burbuja financiera e inmobiliaria» habían llevado a las instituciones y a las familias a pensar que eran «más ricas» de lo que en realidad eran y ahora es preciso «adaptarse» a una realidad en la que, según dijo, es posible «vivir bien» si se distribuye la riqueza.

Avanzó que, ante lo «crudo» de la situación, será necesario «limitar los gastos cuanto antes», si bien precisó que «los ajustes serán mayores en unos ámbitos que en otros». Reiteró que la Diputación no se endeudará para hacer frente a nuevos gastos, únicamente para la «amortización de la deuda».

En cuanto a la política fiscal, Helena Franco mostró su voluntad de recuperar la equidad del sistema impositivo con una «mayor progresividad» en favor de una mayor cohesión social. Desde esta perspectiva, abogó por que las rentas y patrimonios que gozan de mayores beneficios sean tratados de manera que «aporten más» con vistas a esa mejor redistribución de los recursos. Añadió que se penalizarán las «rentas especulativas» mientras que se beneficiarán las procedentes de la «economía real».

Reiteró además su voluntad de trabajar para reducir el fraude fiscal mediante la utilización de medios «más eficientes». No obstante, descartó un aumento de la plantilla de inspectores, aunque se mostró partidaria de adecuarla según las necesidades.

Desequilibrios

Respecto a las relaciones interinstitucionales, Franco propuso revisar la Ley de Aportaciones para corregir «cierto desequilibrio» que, a su entender, se produce en la actualidad.

Propuso asimismo entablar una colaboración directa con los ayuntamientos para favorecer un reparto «lo más equitativo posible» de los recursos.

En otro momento de su comparecencia, Franco aludió al desfase de 101 millones de euros en la ejecución del presupuesto foral y recordó que para hacer frente a esta situación el gobierno foral ha tenido que «reordenar el gasto» y acometer la «paralización técnica» de varios proyectos en licitación.

En este sentido, aclaró que «no ha habido ninguna decisión política» sobre estas actuaciones, por lo que esta paralización no implica que se vayan a parar definitivamente, sino que los técnicos les trasladaron que eran las que estaban en proceso de licitación, por lo que se podía acometer la retención de crédito.

Explicó asimismo que, para hacer frente al desajuste presupuestario, además de lo anterior, se recurrirá a los 73 millones de remanente del ejercicio anterior, aunque matizó que esa cantidad «no es suficiente para encauzar correctamente» la situación, ya que en lo que queda de año podrían surgir más imprevistos.