Con la victoria del Amaya Sport San Antonio sobre el Antequera y la derrota del Helvetia Anaitasuna ante el Barcelona, la situación de nuestros equipos en la Asobal se ha «normalizado» después de una inusual primera jornada en la que los blanquiverdes consiguieron sorprender al Granollers a domicilio y los albiazules caían en la cancha de un recién ascendido, el Huesca.

Fue éste un fin de semana histórico, especialmente porque el pabellón Anaitasuna volvió a disfrutar con balonmano del bueno tres décadas después. Un subidón de adrenalina para los más de dos mil aficionados concentrados en «La Catedral», que fue contraproducente en la visita del Barça -Aitor Etxaburu reconoció que sus jugadores estaban muy nerviosos por el extraordinario ambiente-, pero que se espera sea un estímulo añadido para conseguir la ansiada permanencia.

A partir de hoy -ayer guardaron descanso-, los hombres dirigidos por el técnico eibartarra a buen seguro que ya se habrán olvidado de celebraciones y tendrán puesta su mente en otra complicadísima salida a León -Palacio de los Deportes, sábado, 18.00-, con la idea de volver a dar la campanada.

«El Ademar León ha mejorado con respecto a sus rivales directos, al haber incorporado a jóvenes con una gran calidad y proyección», en referencia a las adquisiciones de Rafael Baena, procedente del Antequera y máximo goleador de la Asobal la pasada campaña, o Antonio García y Álvaro Ferrer, fichados del Granollers.

Anaitasuna tendrá que hacer frente a un gran potencial, que se manifiesta, sobre todo, «en la utilización de las transiciones y la conexión con los pivotes», apunta un Etxaburu que, en principio, deberá seguir esperando a la recuperación de Carlos Chocarro -hoy se le harán pruebas médicas para determinar el origen de sus problemas de espalda- y Cristian Martínez.

Lucau, tocado

Más tranquilos tras superar, no sin esfuerzo, al Antequera, los antonianos van avisados a su desplazamiento para jugar en Vigo -Pabellón de las Traviesas, viernes, 20.45- después de lo que les ocurrió en la jornada inaugural ante otro recién ascendido. Su técnico, Juanto Apezetxea, valoró el cambio de actitud de los suyos, quienes saltaron «con mucha intensidad» ante los andaluces, para conseguir una victoria «que era muy necesaria ante el clima de inseguridad que se había generado tras perder en Huesca, no en vano es una plantilla muy joven».

Ahora la idea es darle continuidad a esa dinámica encadenando un segundo triunfo y «mejorando algunos aspectos tácticos que quedan por pulir, además de controlar la ansiedad». No será tarea fácil ante un Octavio que ha optado por reforzarse con veteranía. «Vico, Javi Díaz, Vargas... son nombres de jugadores muy experimentados y que saben muy bien llevar el ritmo del partido», apunta el técnico de Oieregi.

Para contrarrestar su juego, San Antonio le tendrá que «imprimir velocidad al encuentro mediante rápidas transiciones y que no nos contagien de su ritmo». Apezetxea tiene la duda para dicho envite de su guardameta Lucau, aquejado de una artritis en el dedo gordo de su pie derecho, que se controlará con hielo y antiinflamatorios.