Después de ver cómo su público crecía año a año, y cuando ya tenían casi toda la programación cerrada, los organizadores del festival de cine documental Punto de Vista de Iruñea han recibido una fatal noticia: la octava edición ha quedado suspendida debido a un recorte del Gobierno navarro.

¿Cómo han recibido la noticia?

La noticia la recibí el jueves pasado. El lunes nos informaron de que con los recortes el festival peligraba, pero no fue hasta el jueves que nos confirmaron que no se celebraría la edición de 2012 en la que llevábamos trabajando desde mayo.

¿Qué han pensado hacer ahora? ¿Van a hablar con los otros partidos políticos? ¿Han recibido alguna llamada de ellos?

No, no hemos recibido ninguna llamada de nadie. En realidad, hacer pública la carta ahora no es más que una iniciativa personal para que el festival no desaparezca con una mísera nota de prensa. Esa no es manera de hacer la cosas y menos cuando todo el trabajo de programación está prácticamente terminado y el festival es un evento cultural que la ciudad espera.

¿Les han cerrado las puertas definitivamente o mantienen contactos con el Gobierno para lograr una solución?

En todo el proceso yo no tengo noticia directa del Gobierno, sino del responsable de la Fundación INAAC (Instituto Navarro de las Artes Audiovisuales), encargada de gestionar el festival. El Gobierno decide recortar a la Fundación INAAC un 16% del presupuesto anual la segunda semana de setiembre. Ese es el dinero que la INAAC tenía reservada para hacer el trabajo de producción del festival que hace falta de aquí a enero. Sin ese dinero el festival se cae. Me consta que eso se explica al Gobierno, pero se decide dejar caer al festival. El recorte no tiene marcha atrás.

¿Nos pueden dar cifras para ver si el festival resulta deficitario?

Una actividad como Punto de Vista no puede medirse en términos de rentabilidad económica directa. La entrada para una sesión costaba tres euros en la pasada edición, con eso te digo todo. Punto de Vista cuesta tres y cuatro veces menos que los otros festivales del Estado con los que la prensa lo compara: trescientos mil frente a un millón de euros. Si bien no genera beneficios directos (por eso es necesaria la financiación del Gobierno), sí que genera actividad económica: en ocupación hotelera, servicios, transportes, bares, restaurantes...

¿Es posible tomar este tipo de decisiones de este modo?

Creo que no es ni lógico ni consecuente con unas pretendidas políticas de austeridad. Por un lado, ya hay una serie de gastos realizados, y otros comprometidos, para la edición de 2012; por otro insisto en que la rentabilidad en términos culturales y de imagen que tiene el festival resulta altísima para el presupuesto con el que se realiza.

Punto de Vista ha conseguido calar entre diferentes públicos y se ha convertido en una de las citas cinematográficas más importantes del Estado y de reconocido prestigio en el mundo. ¿Cómo ha sido el camino?

El camino, hasta ahora, había sido muy sencillo y satisfactorio. Ver cómo el público crecía año a año es lo mejor que puede pasar en un evento de estas características. El año pasado varias sesiones agotaron entradas. Por otro lado, y en cuanto a la programación, al menos en las dos ediciones en las que yo he sido director artístico nunca habíamos tenido problemas y, aunque sabíamos que teníamos que trabajar con presupuestos muy ajustados, lo hacíamos porque nos gustaba mucho el proyecto y el equipo humano era un lujo.