Las fuerzas del nuevo régimen libio anunciaron una nueva incursión militar en Bani Walid mientras mantenían el cerco sobre Sirte, dos de los bastiones leales a Gadafi.

Este nuevo intento de acabar con la resistencia en Bani Walid, 170 kilómetros al sudeste de Trípoli, coincide con los ecos de una nueva crisis en el seno de la rebelión, que se ha visto obligada a postergar sine die el anuncio de un nuevo gobierno de transición por la imposibilidad de consensuar su composición entre las distintas facciones levantadas en armas contra Gadafi.

Responsables del Consejo Nacional de Transición aseguraron que la operación terminará «en los próximos dos días».

Por contra, el portavoz del derrocado régimen de Gadafi, Mussa Ibrahim, anunció que sus tropas habrían logrado en los últimos días varias victorias «cualitativas» al lograr frenar las ofensivas sobre Sirte y Bani Walid.

Anunció asimismo la captura en los alrededores de esta última localidad de 17 «mercenarios».

Un avión turco que realizaba misiones de avituallamiento en la zona fue atacado por disparos.

La OTAN prosigue con sus bombardeos selectivos contra los bastiones resistentes de Gadafi.