Decenas de miles de manifestantes reclamaron ayer en Tokio «nunca más Fukushima» y la paralización de las centrales nucleares», algo más de medio año después del accidente en esa planta. Los organizadores de la protesta calcularon que alrededor de 60.000 personas participaron en una de las movilizaciones más importantes desde que el 11 de marzo se produjera el terremoto y tsunami que supuso el fallo de la central Fukushima. Entre los manifestantes se encontraban habitantes cercanos a la central que fueron obligados a evacuar sus domicilios y el premio Nobel de Literatura Kenzaburo Oe, que declaró que «algunos dicen que es imposible prescindir de la energía nuclear, pero es mentira. La energía nuclear siempre va acompañada de destrucciones y sacrificios». «Si no salimos ahora de lo nuclear, nunca llegaremos a construir un mundo sin esta energía. Será demasiado tarde para protestar después del próximo accidente nuclear», subrayó Kazuhiro Hashimoto, un empleado médico de la región de Fukushima. El nuevo primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, prometió una nueva política energética con una reducción de la parte nuclear que, antes del accidente, Japón preveía aumentar hasta 50% en 2030.