Ares y Azkuna, no se cómo no se os cae la cara de vergüenza tras vuestras declaraciones. Sin entrar en el debate del desalojo y derribo de Kukutza, del que cada cual ya tiene su opinión, he de decir que nosotros, que sí estábamos en Rekalde (desde las 5.00. horas hasta las 22.00, para ser exactos), pudimos ver con nuestros propios ojos cómo entraban arrasando una veintena de furgonas, dos tanquetas y un helicóptero en el barrio.

Fuimos testigos directos, si no que se lo pregunten a los más de 43 heridos que han presentado partes de lesiones, de cómo los beltzas entraban «a saco», pegaban porrazos a diestro y siniestro, cargaban contra ancianos, niños, embarazadas, jóvenes, ¡daba igual! Llegando a cargar incluso contra un grupo de gente que estaba sentada en el suelo aplaudiendo a favor del gaztetxe. Rekalde se convirtió en un «Estado policial» y la brutalidad de los que son «defensores del pueblo» se hizo patente desde primera hora.

No señores no, no fue ni profesional (los porrazos en todo caso, sí eran profesionales) ni proporcionada la actuación de los de rojo y negro, fue una batalla campal entre uniformados armados y personas cuya únicas armas eran la voz y algunas cacerolas y cucharas para hacer ruido. Todo eso lo hemos sufrido, lo hemos visto, un montón de personas, cinco mil en la manifestación más los vecinos y vecinas asomadas a las ventanas y los que ocupaban sus comercios. Por eso a mí sí me da vergüenza oíros, auténtica vergüenza.

Danok gara Kukutza! Aurrera Kukutza!