José Ramón Mínguez | Socio de la División laboral de Barrilero y Asoc.
«En vez de despedir, que se bajen los salarios los altos directivos»
Los efectos negativos de la crisis económica van a extenderse todavía unos años. José Ramón Mínguez entiende que se debe avanzar hacia fórmulas que garanticen el empleo. En una jornada de la APD, reconoció que antes de despedir a un trabajador se deben reducir las retribuciones de los directivos.
Juanjo BASTERRA |
La Asociación para el Progreso de la Dirección-Norte (APD) organizaba esta semana una jornada a la que acudieron más de trescientas personas bajo el título: «El nuevo escenario laboral para el final del ejercicio. Medidas legales para recuperar la competitividad». José Ramón Mínguez, socio de la División Laboral del bufete Barrilero y Asociados, explicó que «la receta para sobrevivir a la crisis no es despedir personas, sino modificar las condiciones de trabajo con valentía e imaginación».
¿Cuál era el objetivo de la jornada organizada por la APD en Bilbo?
El objetivo de esta jornada ha sido básicamente exponer las complejas reformas de este último año. No he hecho un análisis ultradetallado, simplemente saber qué es lo que tenemos en el menú de las reformas. A partir de ahí, he intentado explicar lo que quedó fuera de las normativas, ya que es necesario recordar que después se han introducido medidas de intervención, que debemos conocer.
¿Qué se ha quedado fuera?
Las famosas medidas de flexibilidad empresarial y fundamentalmente retocar la estructura salarial, que me parece muy importante. Duro, pero importante. Igual que el tema de las pensiones. Son temas contro- vertidos, pero hay que hacerlos. En un momento como el actual, no nos queda más que apretarnos el cinturón y ser conscientes de que tenemos que modificar los sistemas retributivos y los sistemas funcionales. Tenemos la obligación de ir a políticas de formación y aptitud del trabajador, para que allí donde hacía un trabajo, esté capacitado para tres diferentes, por ejemplo. Esa polivalencia en otros entornos económicos, como el europeo, la están haciendo, no hablo del Estado español ni del País Vasco. Si no somos capaces de ser más polivalentes y tener una estructura retributiva con recorrido, pasaremos mal esta situación de crisis.
¿Se refiere con esas palabras a recortar los salarios?
Ese es el titular de periódico fácil que quiero evitar. No digo recortar salarios, sino modificar el sistema de retribución. Donde antes una persona cobraba 100, que siga cobrando 100 -o incluso gane más- pero de esos 100, 80 serán fijos y 20, vinculados a lo que la empresa pueda pagar para ser rentable. Estaría encantado de que una empresa pagase 110 a una persona; es decir, si va bien, que cobre más de lo que cobraba antes, pero, si está pasando dificultades o va mal, antes de ir a despidos, se deben ajustar durante un tiempo. Es lo que no se está haciendo.
Será consciente de que cuando se habla de modificar en este tema siempre se utiliza como sinónimo de recortar.
Si el tejido empresarial es lo suficientemente especulador y oportunista para aprovechar la crisis económica para bajar salarios, estamos haciendo mal los deberes. Si lo que hacemos es dar un recorrido a esa situación, será positivo. En el colectivo de abogados con el que trabajo lo tenemos clarísimo: si nos va bien, ganamos más; y si nos va mal, nos apretamos el cinturón. Siempre mantenemos el umbral de un mínimo.
¿Las reformas laborales han hecho su función o hay que meter más la tijera?
No hay reformas. Esa es la realidad. Podríamos empezar a desgranarlas técnicamente. Se habla de abaratar el despido, pero no ha sido así. Antes estaba en 20 días de indemnización por cada año trabajado en los despidos por causas objetivas. Antes, durante y después, sigue igual. En el despido improcedente sin causa, estaba en 45 días de indemnización en un máximo de 42 mensualidades, sigue igual. Había una fórmula que es la intermedia, que es la de fomento de contratación indefinida, pero el despido no se ha modificado.
¿Hay que hacer más reformas?
Evidentemente.
¿Hasta dónde?
Podemos hacer dos cosas: no hacer, y seguir en la situación que estamos con destrucción de empleo. Es una fórmula, y estaremos encantados, pero acumularemos millones de desempleados. La población debe decir si quiere o no esa vía. La otra línea es decir no vamos a destruir tejido empresarial, vamos a trabajar todos, vamos a ajustar en el Estado español y en Europa nuestra capacidad adquisitiva y, a la vez, mantener el empleo. Ese es el planteamiento que se hace en Europa, no aquí.
Los que van al desempleo y los afectados por las reformas, siempre son los mismos, mientras que unos pocos ganan más y obtienen enormes beneficios, como se ve todos los días.
Usted tiene parte de razón. Creo tener una componente social muy fuerte y realmente lo pienso, no se puede tener una estructura retributiva en la parte alta de la empresa donde haya gente con blindajes millonarios y con unas altas retribuciones, si, al mismo tiempo, estás recortando empleo por abajo. Eso no puede ser y no se debería de aceptar. En la primera etapa de la crisis, el impacto ha estado entre los de abajo, cierto, pero en los datos que manejo, que también es un buen observatorio porque atiendo a muchísimas empresas, me dicen que la crisis ya no daña al tejido de abajo, al productivo, sino que está dañando a la estructura directiva. Los procedimientos que gestiono nos están diciendo que se han quedado «sin gasolina».
¿Quiere decir que se ha destruido tanto que hay que continuar por los puestos altos?
Claro. Por eso digo que al que le haya llegado y esté muerto ¡qué le vamos a hacer!, pero el que esté a tiempo, que en vez de recortar empleo de abajo recorte retribuciones por arriba. No tiene sentido modificar el sistema retributivo al currela de buzo que cobra no sé cuanto. No. Un cambio de sistema retributivo donde realmente cambia a la empresa es en la parte alta. Si se hace bien y con seriedad, estaremos mejor que destruyendo empleo. Creo totalmente en eso.
«Si el tejido empresarial es lo suficientemente especulador y oportunista para aprovechar la crisis económica para bajar salarios estamos haciendo mal los deberes»