Las bolsas vivieron ayer una jornada de rebote tras las fuertes caídas del jueves. En principio, los inversores sólo pudieron valerse de las promesas, rumores y palabras lanzadas desde el G-20, que anunció una respuesta firme y coordinada frente a la crisis, la Unión Europea y el BCE. No se tomaron medidas concretas, ni se cerró ninguno de los frentes abiertos en el sistema financiero o la deuda griega. Por lo demás, la situación sigue atascada con la más que probable recapitalización de bancos europeos, caída en impago de Grecia y llegada de una nueva recesión, anticipada por el parón económico de los últimos meses. Sin embargo, bajo este escenario de pesimismo, los inversores vieron oportunidades en los precios bajos y, pese a la alta volatilidad existente, alentaron las subidas de los índices al cierre. También puso de su parte Wall Street al pasar del rojo al verde antes de terminarse las negociaciones en Europa. El Ibex recuperó un 2,12%, hasta los 7.996,90 puntos. En la semana cede un 4,67%. Las ganancias del resto de índices fueron más comedidas. París subió un 1,02%, Fráncfort, un 0,63% y Londres, un 0,50%. En el Ibex, los más fuertes fueron BBVA (+5,31%) y Santander (+4,64%), mientras OHL (-2,29%) y Amadeus (-2,24%) registraron las mayores caídas. Telefónica (+2,63%), Iberdrola (+1,39%) y Repsol (+0,16%) lograron acabar en positivo. En París, BNP Paribas (+9,78%), Société Générale (+8,76%) y Crédit Agricole (+4,78%) mitigaron el castigo acumulado en estas semanas. Technip (-3,93%) encabezó las pérdidas. El CAC 40 acumula un descenso del 7,29% en la semana.