Como en «El castillo de la pureza», película que Arturo Ripstein realizó hace casi cuarenta años, en «Las razones del corazón» hay una familia atrapada en su casa. El nuevo título ya da a entender que las razones del encierro son otras, porque ya no se trata del miedo a la influencia externa. El drama está ahora dentro y sólo dentro, debido a que, como le dice una vecina a la desgraciada protagonista, la tristeza trae la tristeza. Es la propia vida la que ha ido ahogando a esa mujer entre cuatro paredes, hasta dejarla sin fuerzas para seguir adelante y sin otra salida que quitarse de en medio.

Dicen que el arte imita a la vida, pero Ripstein imita a Ripstein. Es como si esta película la hubiera hecho para sí mismo, en la medida en que pertenece de lleno a su particular universo melodramático. Junto a su guionista Paz Alicia García Diego, han encerrado a la Madame Bovary mexicana en un oscuro edificio, siendo la única escapada que la saca de su apartamento de 84 metros cuadrados la visita furtiva al amante en la azotea, tan frustrada como la amarga aventura con el vecino que no la ayudará, o los encuentros en el descansillo con la portera que siempre será portadora de malas noticias, ya sean embargos o fumigaciones para exterminar cucarachas.

La interpretación de Arcelia Ramírez es muy teatral, y sus frases son casi como las de un constante monólogo, pues parece que nadie se comunica con ella más allá de las ideas preconcebidas de una conversación superficial. El diálogo, curiosamente, lo mantienen su esposo y el amante, una vez que ya se ha suicidado. Es entonces cuando el ya viudo desea saber sobre ella, pero su interés llega demasiado tarde.

No hay piedad para la mujer sufriente de «Las razones del corazón», ni tan siquiera después de muerta, seguramente porque su vida careció de sentido. Todo es desolación y desesperanza en un drama fotografiado en blanco y negro a la vieja usanza. La historia que cuenta es asimismo tan antigua como el mundo, sin que se pueda hablar de elementos actualizadores en el trasfondo de la novela de Flaubert.