Recién concluida la 59 edición de Zinemaldia, José Luis Rebordinos repasa su estreno como director y responde a opiniones e impresiones que ha dejado atrás el festival.

¿Cómo valora José Luis Rebordinos esta 59 edición del Zinemaldia?

A pesar de que todavía no contamos con todas las cifras y datos oficiales, puedo asegurarte que estamos muy contentos porque pensamos que, en líneas generales, ha sido una edición buena y muy viva. Se ha avanzado en muchas cosas, por ejemplo en la presencia de los invitados -sobre todo gente relacionada con la Industria- y a falta de hacer una valoración mucho más concreta, da la sensación de que hemos recuperado parte de los espectadores que perdimos el año pasado. La venta de entradas para jóvenes ha funcionado muy bien, secciones como «Culinary Zinema» ha obtenido un gran éxito, y quizás lo más discutido haya sido la Sección Oficial. La prensa local y estatal opina que esta sección ha sido más bien floja y, sin embargo, a nivel internacional las críticas han sido bastante más positivas. Nosotros ahora debemos recoger todas las opiniones, analizarlas y aprender para el año que viene.

¿Qué le parece la apreciación de que se ha apostado por potenciar mucho más las secciones paralelas que la propia Sección Oficial?

Eso no ha sido así. Nosotros intentamos potenciar todas las secciones por igual y no destacar una respecto a la otra, eso sería absurdo. Intentamos lograr las mejores Perlas posibles, los mejores especiales y la elección de las películas de la Sección Oficial fue la que se ofertó porque pensamos que todos los títulos que figuraban en ella eran merecedores de premio. Quizás puedes lograr mejores resultados en una sección determinada pero no se trata de una causa-efecto. Es cierto que las Perlas proyectadas en Zabaltegi tenían un nivel altísimo pero sigo defendiendo que lo que se ha podido visionar en la Sección Oficial ha sido muy interesante. Cuando se habla de que «la crítica ha dicho» hay que ver qué crítica ha sido y compararla. Por ejemplo y relacionado con la película premiada «Los pasos dobles», yo he leído en varios sitios «película denostada por la crítica gana la Concha de Oro». Me pregunto ¿Qué crítica? Porque la crítica francesa, italiana, alemana y norteamericana habla muy bien de la película de Isaki Lacuesta. Todas las críticas negativas que hemos recibido merecen nuestro respeto y las vamos a analizar con mucho detalle.

Obligada referencia al veredicto del jurado.

Yo creo que ha sido un jurado muy profesional y su apuesta ha sido muy valiente. Algunas de las películas premiadas no han sido las más fáciles de la Sección Oficial. Desde el primer día decidieron dedicarse muy poquito a la promoción exterior y se comprometieron a ver las películas enteras y a analizarlas al detalle. Su seriedad ha sido indiscutible. También encontramos casos muy curiosos como el de la película portuguesa «Sangre de mi sangre» que ha pasado sin pena ni gloria por Donostia -no ha recibido premios y las críticas no han sido favorables- y sin embargo ha obtenido el premio Fipresci de la Crítica Internacional. Creo que es necesario y obligatorio ver y analizar la gran cantidad y variedad de opiniones que hay sobre cada una de las películas.

¿Está molesto con un sector de la crítica?

No, para nada. Además, me parece estupendo que opinen de esa manera, lo que ocurre es que no entiendo el sentido de algunos comentarios negativos relacionados con esta edición. Por ejemplo, no entiendo cómo puede resultar molesto para la crítica visionar tres películas al día. Sinceramente, no lo entiendo. A mí no me parece excesivo que puedan verse tres películas al día durante un festival internacional de estas características. Pero quiero que quede muy claro que jamás me voy a sentir molesto por una crítica o un comentario negativo, todo lo contrario.

¿Qué secuencias le han resultado las más emotivas?

Ha habido unas cuantas escenas. Tal vez el momento más bonito fue conocer a Glenn Close ya más tranquilos y en la cena posterior a la entrega del Premio Donostia. Realmente me pareció una mujer increíble. Me tocó mucho en lo humano y fue una noche muy especial.

Conocer a Antonio Banderas ha sido un verdadero placer porque no sólo es un gran profesional sino que además es un tío majísimo, muy inteligente y muy cercano. Una de las anécdotas más bonitas fue el caso de Julie Delpy. Se marchó muy emocionada cuando se proyectó su película y cuando le anunciamos el premio, no dudo en abandonar el rodaje en el que esta inmersa; cogió un tren al mediodía -ella nunca viaja en avión- y llegó a Donostia una hora antes de comenzar la gala y tras recibir el premio, la tuvimos que llevar a Biarritz para que cogiera otro tren a las diez de la noche porque tenía que regresar al rodaje. Son detalles difíciles de olvidar.