Arranca un empate en Granada
Jornada de regalos defensivos mutuos
Los rojillos se aprovecharon de un gran error de la zaga granadina, pero lo devolvieron para firmar el definitivo empate. Mal asesorado por su asistente, el árbitro anuló un gol legal rojillo en el descuento.
GRANADA 1
OSASUNA 1
Natxo MATXIN
Pese a arrancar un punto a domicilio, la sensación que destiló Osasuna fue más la de haber dejado pasar una oportunidad inmejorable para noquear a un rival directo que la de acabar satisfechos con esa mínima suma. Cuando mejor estaba jugando y la victoria parecía al alcance de la mano, un error de concentración defensivo -no fue la tarde de ambas zagas- echó por tierra las expectativas fraguadas con un juego más práctico que brillante.
Incluso ese contratiempo pudo tener menor repercusión si no hubiese mediado un grave error arbitral del asistente en el tiempo de descuento, cuando anuló un gol legal de Ibrahima. Demasiado premio, quizás, para los méritos de unos y otros, que alternaron casi a partes iguales durante el encuentro sus fases de dominio y oportunidades.
Porque si bien es cierto que los de Mendilibar se hicieron dueños y señores del nuevo estadio de Los Cármenes, a raíz de que Raúl García aprovechase el doble fallo de Diakhaté y Roberto, no lo es menos que el Granada supo jugarle a los rojillos hasta ese momento, presionándole arriba e impidiendo una salida cómoda de balón.
El primer cuarto de hora de la segunda parte reunió los mejores momentos de la escuadra navarra, con juego de toque y muy similar a los primeros minutos frente al Sevilla. Sin embargo, y como ya le había ocurrido con anterioridad al rival, el equipo se descompuso a partir de que encajó el gol del empate, lastimosamente además cuando el conjunto andaluz estaba jugando sólo con diez hombres por lesión de Dani Benítez.
Tampoco hubo capacidad de reacción cuando un Granada cansado -Fabri no aplicó rotaciones en su plantilla- y con muchos hombres cubriendo posiciones a las que estaban poco acostumbrados cedió la iniciativa a los encarnados. Gran parte de culpa de ello estuvo en que Mendilibar no supo acertar con los cambios, pues el de Zaldibar se cargó las bandas quitando a Cejudo y Lamah, cuando parecían el mejor arma para desarbolar la defensa anfitriona.
Belga y cordobés, así como Raúl García, no dieron la sensación de estar tan cansados como para ser relevados, y sí de que de sus botas podía salir la oportunidad de desequilibrar de manera definitiva el choque, sobre todo en el caso del de Zizur Nagusia, goleador y muy activo a la hora de afrontar el marco contrario. La cara con la que se fue al banquillo, lo mismo que la de Cejudo, no fue precisamente de felicidad.
Fragilidad defensiva
Tampoco la actitud defensiva fue la alegría de la huerta en la jornada de ayer. Y no sólo porque faltó prestancia para salir a tapar a Fran Rico en el 1-1, sino porque ese despiste fue la máxima expresión de un apartado en el que no se ganó muchos enteros por la entrada de Damià en lugar de Raitala.
Una sensación de fragilidad inusual en un conjunto que siempre ha destacado por edificarse desde sus cimientos, y que habrá que confiar en que no sea más que una situación pasajera, a la espera de que los muchos cambios que se han tenido que realizar en la zaga a causa de las lesiones terminen por asentarse en la titularidad.
En la parte más positiva de la balanza se encuentra el creciente protagonismo que Raúl García se está labrando, que permite a Osasuna soñar, al menos durante la presente temporada, con que va a contar con un director de orquesta que no desafina y que, poco a poco, está engrasando su puesta a punto, de tal manera que ya parece preparado para ocupar un puesto en el once sin discusión.
Y, aunque sea un tópico futbolístico, también es una verdad matemática que el punto cosechado en Granada tendrá todo su completo valor si el conjunto navarro consigue derrotar el próximo sábado al Mallorca, otro adversario de su Liga.
José Luis Mendilibar centró sus quejas en la actuación arbitral, especialmente en el último lance del choque, cuando José Antonio Teixeira Vitienes, a instancias de uno de sus asistentes, anuló un gol legal por entender que Ibrahima se encontraba en fuera de juego.
«Si es una jugada de cualquier otro equipo, se está toda la semana viéndola en la tele. Llevamos cuatro puntos perdidos en dos partidos por los errores arbitrales», repetía Mendilibar, en referencia a dicho lance y al penalti que no se concedió ante el Sevilla después de que Perotti tocase claramente el balón con la mano en su propia área.
El técnico rojillo insistió en que «el gol anulado nos hace mucho daño», pero tampoco ocultó que los suyos no habian estado «seguros con el balón y tampoco frescos como para hacerles daño arriba. «Los partidos nunca están en el bolsillo hasta que no terminan y, aunque hemos estado cómodos y nos han dejado tocar, al final nos han hecho un gol a la contra», se lamentó.
Como suele ser habitual, cada entrenador ve el partido de diferente forma y, así, Fabri González también protestó por la labor del colegiado, «que no le ha regalado nada al Granada».
De cualquier forma, el preparador gallego reconoció que el punto cosechado ante Osasuna «no es malo», dado que los suyos se encontraron «en el descanso con los tres cambios hechos y durante la segunda parte con Dani Benítez que no se podía mover», explicó el técnico local. N.M.
Con un día menos para trabajar -el envite contra el Mallorca será el sábado a las 18.00-, la plantilla osasunista regresa hoy a los entrenamientos en las instalaciones de Tajonar a partir de las 10.00. Los bermellones, que el año pasado empataron a uno en El Sadar, vienen de ganar a la Real de manera muy apurada.
Sólo el empate del Infantil B en Tutera apartó a las categorías inferiores rojillas de alcanzar el pleno de triunfos en este pasado fin de semana, entre los que destaca la goleada del conjunto juvenil de División de Honor (7-1) sobre el Durango. Asimismo, el de Liga Nacional batió al Aluvión (1-3), los cadetes A y B se impusieron al Burladés (4-0) y Zarramonza (0-7) y el Infantil A hizo lo propio con el Pamplona (5-0).