El lado más imprevisto del Osasuna mendilibariano
Natxo MATXIN
No siguió el Osasuna que vimos en el estadio nuevo de Los Cármenes los cánones establecidos por su técnico: defensa adelantada, presión arriba, robo rápido del balón, mayor dominio posible de la pelota, apertura a bandas...
Al contrario, los pupilos de Mendilibar esperaron al adversario, le achucharon cuando asaltó la parcela rojilla y salieron veloces a la contra. Un cambio de imagen que muy bien puede ser fruto de lo que en muchas ocasiones ha comentado el míster, que hay que saber variar la forma de enfrentar al rival y no siempre mantener un estilo más que previsible que pueda ser contrarrestado.
Si ello es así, consecuencia de algo trabajado y ensayado, bienvenida sea la diversidad, pues traerá consigo puntos, pero si es secuela de la mejor desenvoltura del contrario, entonces la variedad ya deja de ser cualidad y se transforma en problema. Confiemos en que sea lo primero.