Diego Armando Maradona comentó de él durante el pasado Mundial de Sudáfrica que «es un maleducado del fútbol, te encara a los ojos, te limpia a tres como si hubiese jugado toda la vida. Cuando lo puse, le dije; andá y divertite, volá...». Es Javier Pastore, el flamante fichaje del Paris Saint Germain, el más caro de la historia de la Ligue 1 francesa -unos 42 millones de euros-, pero al que no le asusta ni el dinero ni la responsabilidad.

«Yo voy a hacer lo mismo que hago desde los nueve años, jugar al fútbol», respondió el día de su presentación en París. Y jugar a fútbol es lo que hará en San Mamés el jueves, donde tratará de repetir las actuaciones magistrales y los goles que han llevado al equipo capitalino a situarse colíder francés, tras ganar el sábado 0-3 a los hasta entonces primeros, el Montpellier, al que le hizo dos goles, el primero, para enmarcar.

Este joven descarado, de incipiente barba, tan delgado que le apodan El flaco, de 1,87 de estatura, llega a La Catedral como una de las estrellas emergentes del panorama futbolístico europeo. Sobre todo porque, si bien su PSG -lleno de fichajes- aún no carbura como equipo, Pastore se las ha ingeniado para echar mano de todos sus recursos y calidad y o bien asistir a compañeros como Nené o Gameiro para que marquen, o hacerlo él mismo, tres tantos en los dos últimos partidos.

Llegó a París este verano, procedente del Palermo italiano, donde en la campaña 2009-10 fue nombrado Mejor Futbolista Joven. Su otra vez buena campaña siguiente hizo que le salieran muchas `novias'. Fueron los nuevos petrodólares árabes del PSG los que se lo llevaron, junto a un buen número de jugadores de primer orden, que han hecho del equipo francés el máximo aspirante a la Europa League.

¿Cómo está resultando su adaptación al fútbol francés tras pasar por el Calcio italiano? Parece que bien, a tenor de sus goles.

Tiene varias diferencias, pero estoy logrando adaptarme. Me gusta el fútbol en general, así que trato de dar lo mejor para estar a punto lo antes posible. Quiero ayudar a mi equipo a cumplir todas las metas que nos hemos marcado.

Llegar sabiendo lo elevado de su traspaso y con su juventud, ¿supone mucha presión para usted?

No. Nunca me interesé por el tema del dinero ni del pase. Nunca pensé en eso. Sólo me preocupo por jugar, que es lo que más amo hacer.

¿Cuáles son las cualidades que más destacaría del actual PSG, plagado de fichajes?

Estamos funcionando bien en equipo, nos llevamos bien y estamos todos motivados y mentalizados, con los objetivos en mente, y vamos a dejarlo todo para lograrlos.

Han podido formar con el fichaje del uruguayo David Lugano una buena zaga de defensas centrales, pero sobre todo el PSG actual destaca por su potencial atacante ¿son un equipo que siempre juega al ataque? ¿lo harán en su visita a Bilbao?

Buscamos el partido, pero también es importante una buena defensa. El planteo táctico va a depender de lo que nos pida el director técnico para el partido.

¿Conocía algo del Athletic de Bilbao antes de que les tocara en suerte en Europa League, de su historia, de sus jugadores?

Me gusta la Liga española, al igual que el resto de las Ligas Europeas. Así que le presté atención y sé no sólo del Bilbao, sino

también del resto de los clubes.

¿Y qué más ha podido saber ahora de ellos que son su rival?

No pensamos mucho en el otro equipo. Nos concentramos más en nosotros y en nuestro juego, pero igualmente siempre hay un estudio previo del rival y eso lo hace el director técnico.

¿De quien sí tendrá más referencias será de Marcelo Bielsa?

Admiro mucho a Bielsa, todos mis compañeros de selección también, siempre hablan muy bien de él. Es muy respetado por todos como entrenador y como persona.

¿Sabe algo del ambiente que les espera en San Mamés?

Me comentaron que es un muy lindo estadio ¡y en donde la gente se hace escuchar! Es muy lindo jugar en estadios con ese ambiente.

¿Son favoritos en el grupo?

No creo que seamos los favoritos. Sólo puedo decir que estamos trabajando para ganar todo lo que nos propusimos al comienzo de la temporada. Espero que ese trabajo pueda verse reflejado en el campo de juego.